Analista Lajos Szászdi: «Tenemos varios años con una segunda Guerra Fría»

Rusia anunció este lunes la suspensión de su misión ante la OTAN, tras la retirada de las acreditaciones de ocho representantes rusos por parte de la organización, acusados de presunto de espionaje. Esto genera tensiones que dan pie a una segunda Guerra Fría.

«Tras ciertas medidas tomadas por la OTAN, no se dan las condiciones básicas para un trabajo en común», indicó el ministro ruso de Relaciones Exteriores, Serguéi Lavrov. Las medidas entrarán en efecto el 1 de noviembre.

Lajos Szászdi, analista en relaciones internacionales, especialista en temas de defensa, tecnología militar y naval, abordó el tema en el programa En Conexión, conducido por César Miguel Rondón.

“Ya llevamos unos años con lo que denomino como la Segunda Guerra Fría, entre Rusia y Estados Unidos. La primera fue en el siglo XX entre los Estados Unidos y la Unión Soviética, que ha sido reemplazada por la administración Putin en Rusia. Ha habido una serie de incidentes que poco a poco han ido aumentando la presión. La crisis de Kosovo antes de que Putin fuera presidente en 1999. Luego, la invasión de Estados Unidos a Irak en 2003, la salida de la administración Trump de los tratados de control de armas generó descontento, el apoyo a las milicias rusas, las presiones contra Irán,  la invasión de Rusia a Crimea, y el apoyo ruso a la dictadura venezolana y cubana. Hay una serie de sucesos han incrementado las tensiones”, dijo Szászdi.

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En cuanto a las acusaciones de espionaje de la OTAN a los funcionarios rusos, el analista comentó que Rusia es famosa por sus mecanismos de espionaje.

“Rusia tiene numerosas agencias de espionaje y muchos agentes han sido acusados de espionaje en Europa, que han motivado la expulsión de estos diplomáticos que eran oficiales de inteligencia. Esto no sorprende, porque estaban en medio de la OTAN. También han sido acusados de sabotear un arsenal de armas militares en República Checa”, agregó.

En la Guerra Fría hubo momentos álgidos en los que las tensiones subieron, pero generalmente las dos potencias estaban en un constante pulso.

“En el siglo XX era más obvio porque había el elemento ideológico. Ahora es una competencia más pragmática, de balances de fuerzas y de intereses geopolíticos. En estos momentos, Rusia apoya a Siria porque es el único aliado del mundo árabe que tienen. También son aliados de Irán para incomodar a los Estados Unidos”, puntualizó Szászdi

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