Atletas con bandera pero sin apoyo

FA/CMR

En estos días hemos visto cómo algunos atletas venezolanos han logrado llevar la bandera venezolana a los podios de triunfo en las Olimpiadas que se realizan en Tokio.

Casos como el de nuestra Yulimar Rojas,  Julio Mayora y Keydomar Giovan Vallenilla en levantamiento de pesas , Daniel Dhers en freestyle BMX, y ahora la nadadora Paola Pérez, quien obtuvo la posición número 20 en la competencia de natación de aguas abiertas, nos ha dejado en claro que detrás de muchos de ellos no ha habido la presencia del apoyo del Estado venezolano.

Yulimar ni siquiera vive en Venezuela, tiene contratos y entrenamientos que la preparan para cumplir compromisos atléticos en España. A sus 25 años, Yulimar Rojas ha estado vinculada al FC Barcelona durante varias temporadas, incorporándose al Club tras conseguir una medalla de plata en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro 2016.

Daniel Dhers por su parte, tampoco vive en Venezuela desde hace años. En 2004 fue sexto en los X-Games latinos, cuando era el mejor latino de la competencia, tras vivir y entrenarse en Argentina. Allí conoció al gerente de Vans, una firma icónica que promovía los deportes extremos. Sus videos con sus increíbles maniobras motivaron a la gente de la marca Haro a patrocinarlo también. Después siguieron muchos patrocinantes más. Desde entonces su vida cambió. Daniel quien vive en Holly Springs en Carolina del Norte, Estados Unidos, cuenta con un complejo que lleva su nombre. El Daniel Dhers Action Sports Complex. Quizás por eso escuchar a los animadores británicos y estadounidenses referirse a él como una leyenda, sorprendió a muchos. Su carrera se ha hecho fuera del país.

El caso de  la tachirense Paola Pérez es emblemático. Vive en Chile. ​​Su viraje hacia otros destinos comenzó a consecuencia de la experiencia vivida en los Panamericanos de Lima 2019, donde Paola Pérez utilizó un traje que debe ser utilizado en aguas cálidas. Su cuerpo le comenzó a fallar en la sexta vuelta y sus movimientos empezaron a ser más lentos en cada brazada. En pocos minutos perdió el tacto del agua en las manos. Su temperatura corporal llegó a los 30 grados, cuando los valores normales deben estar en 37.

La atleta venezolana denunció entonces que nunca recibió apoyo para poder competir en instancias internacionales. No tuvo entrenador personal y mucho menos indumentaria avalada por la Federación Internacional de Natación (FINA). El traje que utilizó en ese entonces fue lo último que recibió para un torneo.Durante su preparación para los Juegos Olímpicos, la nadadora se vio obligada a abrir una campaña de GoFundMe para solicitar recursos. «Actualmente estoy trabajando en Chile compartiendo mis conocimientos con nuevos nadadores y me ha ayudado a pagar parte de mi entrenamiento”, se leía en su publicación allí. “Sin embargo, la natación es un deporte caro y en todos los viajes. Por eso vengo a ustedes para obtener los recursos económicos necesarios ”

Nicolás Maduro, como si tuviera que ver con su exitoso desempeño la  felicitó públicamente cuando Paola consiguió un cupo para Tokio 2020; a lo que ella le respondió: “Espero que el apoyo sea mejor que el que he tenido en todo este ciclo olímpico, que no nos quedemos solo en las promesas”

Así que como vemos, la dictadura de Maduro trata de ganar indulgencias con escapulario ajeno, aunque su intento resulte un burdo streptease de todo lo contrario.