El régimen de Nicolás Maduro realizó la detención del politólogo y dirigente político Nicmer Evans, luego de haber asediado a su familia y detenido a su esposa, Martha Cambero.
Evans es acusado por instigación al odio, después de que emitiera un comentario sobre los miembros del régimen de Maduro que han dado positivo al coronavirus, y mantuviera una discusión con el conductor del programa «Zurda Konducta», Pedro Carvajalino, quien amenazó a Evans con una golpiza.
Martha Cambero fue una de las entrevistadas en el programa Día a Día, conducido por César Miguel Rondón, donde relató todos los hechos que ocurrieron y cómo las fuerzas de seguridad del estado allanaron su casa.
«Nos mantenemos en preocupación porque no hemos podido ver a mi esposo, Nicmer Evans. Lo vieron entrar al DGCIM, pero no tenemos mayor información. Nos trasladamos al Palacio de Justicia, porque nos habían informado que lo iban a trasladar ahí, pero fue imposible para nosotros verificarlo. No lo he visto, lo mantienen incomunicado. Ni sus familiares ni los abogados han podido hablar con él. Él está medicado por ser hipertenso, pero no le hemos podido llevar el medicamento», dijo Cambero.
Funcionarios del DGCIM aparecieron en su casa con una orden de allanamiento y se llevaron teléfonos celulares, ipad y memorias.
«Comenzaron mintiendo, porque estos señores que entran al edificio llegan diciendo que es por un caso de coronavirus. Luego van directamente a mi apartamento para decir que tiene una orden de allanamiento, en mi apartamento está mi madre, la madre de mi esposo, mi hijo de seis años y la enfermera que nos ayuda con las labores. Ellas se comunican conmigo y me acerco con el abogado de la familia Álvaro Herrera. Cuando llego al edificio veo a dos hombres fuertemente armados y cuando voy subiendo al apartamento me encuentro con funcionarios del DGCIM. Ellos me muestran la orden de allanamiento, me niegan en todo momento la copia y la fotografía. Me cercan y me dicen que colabore, que abra la puerta o me llevarían presa. Cuando abro la puerta se dirigen al cuarto principal y lo único que estaban buscando eran equipos electrónicos. Se llevaron celulares, viejos, pendrives, ipad, wifi, Reuter», relata la esposa de Nicmer Evans.
Después de retirarse del apartamento, los funcionarios se llevan al abogado Álvaro Herrera como un supuesto testigo.
«Nicmer nunca llegó a la casa. Ellos cuando recaban esa información exigen que Nicmer esté presente porque necesitan darle una citación. En ese momento me quitan el teléfono celular y me dicen que tengo que dar las claves y que si me niego me llevarían presa. En el momento que entrego mi celular, toman fotografías y me siguen preguntando qué en dónde está Nicmer. Comenzaron a presionarme con mi hijo, amenazan con llevarnos presos y que mi hijo terminaría en un albergue. Cuando ellos ven que no hay nada que hacer, llaman a una persona apodada ‘la negra’, quien se llama Carla Montoya. Ella es una inspectora del DGCIM. Me dice que necesita hablar con Nicmer y me dan el teléfono para que lo llamara. Cuando llamo a Nicmer, le informo lo que estaba sucediendo y que lo que piden es que se apersone. Luego, me hicieron firmar la citación y se llevan detenido al abogado», describe Cambero
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