La viruela símica, o viruela de los monos, es un virus que se origina en animales salvajes como roedores y primates, y de vez en cuando pasa a las personas. La mayoría de los casos humanos se han dado en África central y occidental, donde la enfermedad es endémica.
Los científicos identificaron este mal por primera vez en 1958, cuando se produjeron dos brotes de una enfermedad “parecida a la viruela” en monos utilizados en investigaciones, de ahí el nombre de viruela de los monos. La primera infección humana conocida fue en 1970, en un niño de 9 años de una zona remota del Congo. La viruela símica pertenece a la misma familia de virus que la viruela humana, pero provoca síntomas más leves.
El doctor Amos García Rojas, jefe de la sección de Epidemiología y Prevención de la Dirección General de Salud Pública del Gobierno de Canarias, abordó el tema en el programa En Conexión, conducido por César Miguel Rondón.
“Esta es una enfermedad que ya existía y que no es nueva. Ya existía en determinadas zonas de África y es lamentable que cuando estaba en ese espacio geográfico no preocupaba, pero si preocupa cuando llega a los países desarrollados. Esto implica una miopía importante al momento de evaluar los problemas de salud. Hay que entender que en un mundo globalizado, lo importante de la salud es trabajar para que los países en vías de desarrollo puedan consolidar un estatus adecuado que permitan que enfermedades como esta dejen de tener impacto. Esa es la primera reflexión importante”, dijo García Rojas.
El experto comentó que esta enfermedad no tiene un potencial pandémico como el COVID-19, porque se transmite por contacto directo y estrecho a través de las mucosas.
“Eso hace que sea muy complicado de que pueda tener un potencial pandémico. Todos los casos que se han dado en Europa han sido débiles. Sin embargo, esto no quiere decir que hay que estar tranquilos. Hay que seguir monitoreando el proceso y actuando sobre cada caso para ir regulando un problema, que puede ser erradicado si actuamos correctamente”, agregó.
Las imágenes de la enfermedad son muy preocupantes y causan mucha alarma. Son brotes en la piel que escandaliza a las personas.
“El cuadro clínico es fiebre alta, acompañada de sensación de cansancio y la inflamación de los ganglios. Posteriormente, aparecen esas vesículas que de aspecto son poco agradables. Pero hasta ahora, en el contexto de los países desarrollados, la totalidad han sido cuadros leves”, comentó.
En cuando a las vacunas, el doctor enfatizó que la vacuna contra la viruela tiene un cierto perfil de protección ante la viruela de monos.
“Las personas que hasta 1980 se vacunaron en la viruela tienen protección ante esta enfermedad. La misma vacuna está disponible, mientras que la vacuna candidata contra esta enfermedad es nueva”, agregó.
Finalmente, García Rojas destacó que todos los casos hasta ahora han sido de personas jóvenes.
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