Economista Luis Oliveros: “El venezolano tiene que entender que el problema de la gasolina llegó para quedarse”

Aunado a la pandemia del COVID-19, desde principios de años Venezuela enfrenta una fuerte escasez de gasolina que impide la movilidad normal de los ciudadanos. Se observan largas colas para surtir combustible y las personas denuncian que pueden durar hasta tres días en hacerlo.

Los especialistas indican que la industria petrolera venezolana está paralizada y los complejos refinadores de Cardón, Amuay y El Palito están prácticamente inactivos. Incluso se han producido accidentes cuando intentan ponerlas operativas.

Hasta tres derrames de petróleo se han contabilizado este año en la refinería El Palito, llegando a afectar el Parque Nacional Morrocoy.

Luis Oliveros, economista especializado en temas petroleros, abordó el tema en el programa Día a Día, conducido por César Miguel Rondón.

“En la Venezuela de hace unos años, solo tenía un inventario de gasolina hasta 15 días, pero el sistema refinador estaba trabajando en un 80%. En este sentido, no se necesitaba tener tanto inventario. Sin embargo, hoy en día hay incertidumbre de saber cuándo el sistema refinador va a funcionar. El venezolano tiene que entender que el problema de la gasolina llegó para quedarse”, dijo Oliveros.

Nicolás Maduro intenta aliviar la crisis importando gasolina de Irán, a pesar de las sanciones estadounidenses. Varios tanqueros iraníes han llegado al país para surtir gasolina, pero se desconoce cómo ha sido la negociación y cómo se está pagando ese combustible.

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“A pesar del secretismo y de la poca transparencia, se habla que México ha enviado combustible a Venezuela. También se habla que China, Turquía y algunos países árabes han estado intermediando para que llegue gasolina. Pienso que debe haber asesoría directa de los cubanos y otros países sancionados para evadir las sanciones”, destacó el economista.

Una de las excusas que ha puesto Maduro sobre el por qué las refinerías del país están paralizadas, es que el complejo de Amuay había sufrido un ataque con un arma «súper poderosa».

“Ni los mismos chavistas se creen ese cuento. El ataque de la refinería ha sido la mala gerencia de la industria petrolera. Antes producíamos tres millones de barriles, ahora solo producimos el 10%, que arma más súper poderosa que esa. El desastre de la industria petrolera venezolana es algo impresionante y hay consenso a nivel nacional de que el desastre es sumamente grave”, puntualizó Oliveros.

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