Maduro tuitea sobre el Mundial mientras la gente le pide soluciones económicas. Las declaraciones de Nicolás Maduro se dan justo al cierre de la segunda semana de diciembre, cuando dólar oficial y el paralelo han aumentado de manera acelerada y en el país también se registran largas colas para surtir combustible.
Maduro dijo que el sábado que su gobierno tomará medidas para hacer frente a la acelerada depreciación de la moneda local, el bolívar, en las últimos días, en medio de una galopante inflación.
La acción del gobierno de buscar frenar la inflación mediante la estabilidad cambiaria muestra signos de agotamiento y en la semana el tipo de cambio que calcula el Banco Central se depreció 18% para cerrar en 14 bolívares por dólar, ampliándose la brecha con el dólar en el mercado paralelo.»Frente al ataque del dólar criminal, ordené al equipo económico tomar medidas en defensa de la Tasa Oficial», dijo Maduro en su cuenta de Twitter, sin precisar las medidas.
El economista Omar Zambrano, abordó el tema en el programa Día a Día, conducido por César Miguel Rondón.
“Lo que estamos viendo y lo que vimos en la última semana es el colapso de una manera de hacer política económica que se hace aguas. A dónde puede llegar el tipo de cambio, no lo puedo responder. Lo que es cierto, es que es una tendencia en el equilibrio y podría llegar a cualquier punto. Las causas de esto son sencillas. El gobierno intentó acabar con la hiperinflación con instrumentos muy precarios que no han soportado la más mínima presión. Lo que estamos observando es la consecuencia de una manera de hacer política que no ha atacado las causas estructurales que padece Venezuela” dijo Zambrano.El economista manifestó que Venezuela atravesó un episodio de hiperinflación muy agudo y largo, que estuvo precariamente controlado por una política de darle una estabilidad ficticia al tipo de cambio.
“En los últimos meses el tipo de cambio estaba estable, pero esa estabilidad fue alcanzada gracias a un gran costo. La demanda de bolívares es precaria. La gente no quiere bolívares y eso no ha cambiado porque es una moneda que tiene una carga inflacionaria alta. El gobierno trató de controlar la demanda de dólares controlando el gasto público con una política de no aumentar el salario público y fueron dos años donde los empleados públicos tuvieron salarios de hambre. Al relajar esa medida, el sistema hizo aguas. Si se inunda el mercado monetario de bolívares que nadie quiere, la gente va a adquirir dólares”, apuntó.
Finalmente, Zambrano destacó que el ambiente pre-electoral lo interpreta por las señales de cómo se están comportando los factores políticos.
“En un contexto como este, es natural que el gobierno intente compensar los salarios tan bajos. El gobierno sigue entrampado porque no tiene fuentes de financiamiento legítimo. Sigue como muchos gastos. A penas dijo que iba a aumentar los salarios, implicó una gran cantidad de dinero extra en Venezuela. Esa bomba se da en un contexto donde nadie quiere los bolívares. El problema de fondo es que el bolívar es una moneda que nadie quiere”, puntualizó.
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