Escuelas cerradas, trenes anulados y una caída de la producción eléctrica marcan este martes una nueva jornada de protestas contra la reforma de las pensiones del presidente liberal Emmanuel Macron, que, tras perder la batalla de la opinión, espera lograr el apoyo del Parlamento.
Las dos medidas que cristalizan el rechazo son el retraso progresivo hasta 2030 de la edad de jubilación de 62 a 64 años y el adelanto a 2027 de la exigencia de cotizar 43 años, y no 42 como ahora, para cobrar una pensión completa.
La periodista Andreína Flores abordó el tema en el programa En Conexión, conducido por César Miguel Rondón.
“Hoy ha sido un día complicado. No hay transporte en París. Solo dos líneas funcionan correctamente y las otras no. Los sindicatos indican que hasta un 55% de los maestros han participado en la huelga. También todo lo que es dependencias públicas y la parte de servicio eléctrico se ha sumado a esta huelga. Los sindicatos dicen que la participación en las manifestaciones fue de 500.000 personas en París, pero la alcaldía dice que solo fueron 87.000. Ha sido una jornada agitada y ha sido una nueva jornada de protesta”, dijo Flores.
Para la periodista, en el fondo de las protestas están organizadas por los sindicatos.
“Por primera vez en muchos años, los ocho sindicatos grandes de Francia se han reunido para manifestar y hacer huelga, en contra del retraso de la edad de jubilación. Los franceses pueden retirarse a los 62 años y el estado les paga una jubilación mensual. Eso se quiere retrasar dos años más, la edad de retiro sería 64 años. Esa reforma está siendo estudiando en la Asamblea Nacional y hay dardos hacia todas partes. No sé si a Macron le interese ganar la batalla parlamentaria, porque hay un decreto en la Constitución francesa, que le permite a Macron aprobar esa reforma y validar su ley”, indicó.
La reportera indicó que si Macron aprueba la ley por decreto, políticamente habrá un gran descontento.
“Están los dos partidos de los extremos que se han unido para rechazar esta reforma. En el Parlamento hay mucha resistencia contra esta ley. Aunque se apruebe seguirán las críticas contra Macron. A nivel social seguirá el descontento, sobre todo en las generaciones que están a punto de jubilarse. Recordemos que en Francia hay un espíritu de libertad y solidaridad, de alguna manera esto representa un ataque a los símbolos de Francia”; acotó.
Finalmente, Flores destacó que no ha habido un representante del gobierno que explica con cifras que si se sigue con esa ruta el estado va a colapsar.
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