Este jueves 13 de agosto Human Rights Watch (HRW) y el Centro de Salud Humanitaria de Johns Hopkins presentaron un informe conjunto y una publicación multimedia sobre las muertes de niños desnutridos pertenecientes a la étnia wayuu en la frontera colombo-venezolana.
Tamara Taraciuk, subdirectora interina para las América de HRW, aseguró en entrevista para César Miguel Rondón, que al menos en Colombia «la desnutrición y la crisis de salud crónica ya se ha cobrado la vida de un niño indígena por semana».
Taraciuk aclaró que la mayoría de los datos que manejan son gracias a la disponibilidad de cifras oficiales del lado colombiano, sin embargo, consideró que “no hay duda” de que la situación también se está agravando en Venezuela, “en donde las cifras se esconden”.
«La investigación para el informe comenzó en septiembre y octubre de 2019. Los wayuu son son un pueblo binacional, con lo cual, es muy difícil separar la situación. Lo que sabemos es del millón ochocientos mil venezolanos que ha ingresado a Colombia, hay al menos 160.000 wayuu registrados en La Guajira».
De acuerdo con la experta, originalmente mucha de la migración wayuu era desde Colombia hacia Venezuela.
«Ahí podían conseguir cosas, ir a los servicios médicos. Era más fácil cruzar a Venezuela. Con el desastre de la crisis eso ya no es una alternativa. La migración ahora es del lado venezolano al lado colombiano. Eso ha impactado a la población wayuu».
Hay 270.000 indigenas de esta étnica registrado en La Guajira, apuntó Taraciuk, aclarando al mismo tiempo que es difícil hacer un conteo en territorio venezolano debido a la falta de métrica.
«En 2019, del lado colombiano, la tasa oficial de muerte por desnutrición entre niños menores de cinco años fue casi seis veces la tasa nacional y es posible que sea aún más alta. Hace años que las estadísticas están muy complicadas en materia de desnutrición de los wayuu. Esto se debe principalmente a un abandono estatal que ha llevado a un acceso muy limitado al agua, alimentos, acceso de salud».
La representante de HRW, esclareció que hay un problema serio de corrupción en torno a lo que ocurre dentro de La Guajira.
«La contraloría colombiana ha concluido que por culpa de la corrupción se perdieron casi 10 millones de dólares destinados a programas de alimentación«, expuso.
Tamara Taraciuk sostuvo que lo que buscan con este informe es hacer un “nuevo llamado de atención al Gobierno colombiano”. Asimismo, agregó que la el coronavirus ha empeorado muchos las cosas para estos pueblos.
«Hay unos 2.700 casos confirmados de COVID-19 en La Guajira», sentenció.
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