LA DERROTA DE RUSIA, UN NUEVO NACIMIENTO DE LA LIBERTAD

FA/CMR

El politólogo estadounidense, Francis Fukuyama, autor de “El fin de la Historia y el último hombre”, escribió la semana pasada, en la revista American Purpose, lo que se atrevió a denominar pronósticos sobre la guerra de Ucrania.

El artículo lleva por título “Preparándose para la derrota”. Sus conclusiones a la luz de lo que se vive entre la batalla y la muerte, son relevantes.

Afirma Fukuyama: “Rusia se dirige a una derrota absoluta en Ucrania. La planificación rusa fue incompetente, basada en la suposición errónea de que los ucranianos eran favorables a Rusia y que su ejército colapsaría inmediatamente después de una invasión… Putin en este punto ha comprometido la mayor parte de su ejército en esta operación; no hay grandes reservas de fuerzas que pueda llamar para agregar a la batalla. Las tropas rusas están atrapadas en las afueras de varias ciudades ucranianas, donde enfrentan grandes problemas de suministro y constantes ataques ucranianos”

Considera el pensador estadounidense que el “colapso de la posición de Rusia podría ser repentino y catastrófico, en lugar de ocurrir lentamente a través de una guerra de desgaste. El ejército en el campo llegará a un punto en el que no podrá ser abastecido ni retirado, y la moral se evaporará. Esto es al menos cierto en el norte; a los rusos les está yendo mejor en el sur, pero esas posiciones serían difíciles de mantener si el norte se derrumba”

Fukuyama no cree que haya una solución diplomática posible a la guerra antes de que este colapso ocurra. “No existe un compromiso concebible que sea aceptable tanto para Rusia como para Ucrania dadas las pérdidas que han sufrido en este momento”.

Se atreve Fukuyama a asumir una postura crítica sobre el rol del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, que según él,  ha demostrado una vez más su inutilidad. Destaca,  sin embargo,  lo útil que fue el voto de la Asamblea General.

Defiende el autor del Fin de la Historia que: “Las decisiones de la administración Biden de no declarar una zona de exclusión aérea o ayudar a transferir MiG polacos fueron buenas; ha mantenido la cabeza durante un momento muy emotivo. Es mucho mejor que los ucranianos derroten a los rusos solos, privando a Moscú de la excusa de que la OTAN los atacó, así como evitando todas las posibilidades obvias de escalada. Los MiG polacos en particular no agregarían mucho a las capacidades ucranianas. Mucho más importante es un suministro continuo de otros armamentos, suministros médicos, equipos de comunicaciones e inteligencia compartida”

Lo único que detendrá la matanza es la derrota del ejército ruso sobre el terreno, afirma Fukuyama y agrega que Putin no sobrevivirá a la derrota de su ejército, pues la percepción de ser un hombre fuerte entraría en cuestionamiento tras la debacle.

Pero también señala Fukuyama que “la invasión ya ha causado un gran daño a los populistas de todo el mundo, quienes antes del ataque expresaron uniformemente su simpatía por Putin. Eso incluye a Matteo Salvini, Jair Bolsonaro, Éric Zemmour, Marine Le Pen, Viktor Orbán y, por supuesto, Donald Trump. La política de la guerra ha expuesto sus inclinaciones abiertamente autoritarias”

Destaca el optimismo con el que  Fukuyama sentencia que “Una derrota rusa hará posible un “nuevo nacimiento de la libertad” y nos sacará de nuestro miedo al estado de decadencia de la democracia global. “El espíritu de 1989 seguirá vivo gracias a un puñado de valientes ucranianos”