“La gran renuncia”, el empleado decide

FA/CMR

«La gran renuncia» viene, advirtió Anthony Klotz, profesor asociado de administración de la Universidad de Texas A&M, una predicción que se volvió viral. Se trata de la encrucijada entre empresas y trabajadores ahora que la pandemia impuso nuevas formas de trabajo y planteó un reacomodo a la cultura organizacional.

Las empresas están ofreciendo nuevas alternativas y horarios más flexibles frente a las nuevas necesidades de los trabajadores y la cultura cambiante, para poder mantener a sus empleados.

Casi cuatro millones de trabajadores, equivalentes al 2,7% de toda la fuerza laboral estadounidense, dejaron sus puestos en abril pasado: la cifra más alta desde que se comenzó a llevar este registro en el año 2000. 

Un reciente estudio de la empresa Gallup confirmó que existe una «tasa de abandono asombrosamente alta» y un récord de vacantes en todas las categorías laborales que abarcan desde los empleos presenciales de servicio al cliente, hasta puestos de profesionales altamente calificados.

Es una tendencia que puede mantenerse, considerando que un 48% de la fuerza laboral estadounidense está buscando activamente -o siguiendo atentamente- nuevas oportunidades de trabajo, señalaba el informe.

El dato confirma la tesis del cambio en el mercado laboral del que habla Klotz.

Klotz afirma que  hubo cuatro factores concretos que le llevaron a anticipar este fenómeno. El primero de ellos es que muchos empleados que tenían planes de dejar sus cargos en 2020 optaron por retrasar esa decisión.Se estima que en 2020 hubo en Estados Unidos casi seis millones de renuncias menos de las que se preveían. Pero una vez que se avanza en la vacunación y que la economía da buenas señales, es de esperar que quienes esperaban rebunciar terminaran de hacerlo.

El segundo factor que impulsa  la gran renuncia  es el «agotamiento laboral«, trabajadores cansados por exceso de horas de trabajo hiperconectados desde casa y con el esfuerzo de participar en las tareas de educación de los hijos y los trabajos domésticos compartidos.

El tercer factor, lo atribuye Klotz, a la revelación que supuso para todos la pandemia, la necesidad de reevaluar nuestras vidas. Reajustar las prioridades, pasar más tiempo con los hijos, plantearse nuevos retos de vida.

El cuarto factor sería también el descubrir que el esquema de trabajo remoto que permite ajustar el horario, también facilita ahorros de tiempo y esfuerzo para ir y venir de la oficina. Si la empresa no permite el trabajo a distancia, el empleado busca otras que sí puedan ofrecérselo.

Así que la renuncia marca el tema del mercado laboral estadounidense, junto con la búsqueda de la equidad de género en cuanto a oportunidades directivas y de salarios en Estados Unidos. De este tema hablaremos hoy.