La justicia respira de nuevo

FA/CMR

Parecía que tampoco ocurriría esta vez, era demasiado raro, en un país donde solo ha habido siete condenas de asesinato de oficiales por disparos policiales fatales desde 2005, según reporta Philip Stinson de Bowling Green State University. Una estadística que nos refiere a una condena en cada  2 mil.

Sin embargo, un jurado en Minneapolis condenó ayer a Derek Chauvin responsable de los tres cargos de homicidio de los que se le acusaba por matar a George Floyd. 

«George Floyd importaba», dijo el fiscal general de Minnesota, Keith Ellison. “Su familia y amigos lo amaban. Su muerte conmocionó los corazones de nuestra comunidad, nuestro país, el mundo entero. Su familia y amigos lo amaban. Pero no es por eso que le importaba. Importaba porque era un ser humano. Y no hay forma de que podamos alejarnos de esa realidad «.

El fiscal  Jerry Blackwell, por su parte,  tras leerse el veredicto dijo: “Ningún veredicto puede traernos de regreso a George Perry Floyd.Pero este veredicto le da un mensaje a su familia de que él era alguien, que su vida importaba. Que todas nuestras vidas son importantes «.

«También espero que este veredicto nos ayude en el camino hacia una humanidad mejor».

El caso Floyd fue la excepción de todas las excepciones, paralizó a un país y reprodujo miles de historias del pasado. El video del crimen, visto en todo el mundo, mostró a Chauvin presionando su rodilla contra Floyd durante más de nueve minutos. A ello siguieron semanas de protestas no sólo en Estados Unidos sino con ecos particulares en otras naciones. 

Se rompieron varios códigos, como el de la protección incondicional entre los policías,  lo que se conoce como “muro azul del silencio”. Quedaron desnudas las estrategias del equipo de la defensa, desvestidas de empatía y vergüenza.

Manifestaciones, viralización del video, activismo social, en todo ello, devino la muerte de Floyd. El presidente de los EE.UU, Joe Biden, dijo ayer “Para muchos, parece que se necesitó todo eso para que el sistema judicial entregue la responsabilidad básica”, «Este puede ser un gran paso adelante en la marcha hacia la justicia en Estados Unidos»

Por su parte, la vicepresidenta Kamala Harris, quien lo antecedió, pidió al Senado que aprobara la Ley George Floyd de Justicia en la Policía y condenó la «larga historia de racismo sistémico» de Estados Unidos que, según dijo, estaba frenando al país.»Una medida de justicia no es lo mismo que igual  justicia» 

El expresidente de EEUU, Barack Obama y su esposa Michelle Obama, también se pronunciaron, publicaron un comunicado conjunto en su twitter, donde se lee: “La verdadera justicia requiere que aceptemos el hecho de que los afroamericanos son tratados de manera diferente, todos los días. … Y requiere que hagamos el trabajo a veces ingrato, a menudo difícil, pero siempre necesario, de hacer que la América que conocemos sea más como la América en la que creemos ”.

Sin embargo, sin querer anticiparnos al impacto de esta sentencia en el futuro, lo relevante es que ha quedado establecido que un oficial de policía puede ser acusado de asesinato y condenado por ello.Esto supone que los policías se lo pensarán mejor antes de optar por el uso de la fuerza física frente a otras opciones y tanto fiscales como miembros del jurado en futuros casos lo tendrán presente en las cortes.  

Como menciona, Robin Givhan, en el editorial de hoy del Washington Post,

“Los 12 miembros del jurado: negros, blancos y mestizos; hombres y mujeres; viejos y jóvenes: reflejaba el mosaico de ciudadanos que habían marchado por las calles durante el verano, aquí y en todo el mundo, despertados de su complacencia por la pura insensibilidad de un crimen del que habían sido testigos desde la tranquila intimidad de sus hogares. La rabia de millones y el desamor de una familia recibieron un bálsamo refrescante...El veredicto no corrige las injusticias que la gente ha experimentado en el pasado. No da vida a los muertos. Pero los honra, solo un poco”

George Floyd decía antes de morir que no podía respirar, pero ayer  su hermano Philonise expresó el sentir de su familia y el de muchas más: «Hoy, podemos respirar de nuevo».