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Nueve venezolanos detenidos en Curazao inician huelga de hambre

Foto archivo.

El grupo de venezolanos actualmente detenidos en la principal prisión de Curazao, inició una huelga de hambre debido lo que califican como «difíciles condiciones de vida».

Organizaciones locales de derechos humanos denunciaron este lunes que la administración de la prisión continúa ocultando datos sobre la protesta. Sin embargo, afirmaron que el número de participantes aumentó de dos a nueve personas.

Otros diez venezolanos detenidos en ese centro han solicitado ayuda a organizaciones, tras declarar que son obligados a desnudarse regularmente para ser revisados en busca de drogas.

Además, los ciudadanos se quejan de que permanecen en sus celdas 18 horas al día; de que la comida a veces no está en buenas condiciones; de que hay muchos mosquitos y que tienen que acostarse en colchones malolientes.

Todos esos motivos los han llevado a pedir ayuda, según denuncia Human Rights Defense.

67 venezolanos en las cárceles de Curazao

Mientras tanto, el sindicato de guardias penitenciarios ha calificado la situación en la prisión de Curazao de «alarmante y peligrosa».

A principios de este mes, los presos venezolanos se amotinaron. Esta situación, provocó que un guardia realizara disparos de advertencia.

El sindicato asegura que en Curazao hay 67 venezolanos en prisión, muchos de los cuales tienen antecedentes militares.

La revuelta fue provocada por un conflicto entre prisioneros venezolanos y de Curazao.

Sindicatos y el ministro de Justicia, Quincy Girigorie, dieron a conocer que los venezolanos utilizaron un alto grado de «violencia y organización» durante el motín.

«Las cárceles de todo el mundo son lugares peligrosos para trabajar», dijo el ministro.

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Tras un supuesto asalto en el interior de la prisión a un ciudadano venezolano, un grupo de detenidos del país suramericano se organizó para llegar a las celdas de los habitantes de Curazao y prendió fuego a un colchón para obligarlos a salir.

Girigorie informó que se han tomado medidas para mantener separadas a bandas en la cárcel.

Reconoció que hay problemas, aunque matizó que no tan graves como para que el personal no pueda trabajar allí.

Sin embargo, una representación sindical quiere reunirse con el ministro.