Estados Unidos anunció el lunes sanciones contra personalidades, empresas y entidades de Bielorrusia, aumentando la presión sobre el régimen autoritario de Alexander Lukashenko, según un comunicado difundido por la Casa Blanca.
Un año después de elecciones consideradas por las potencias occidentales de “fraudulentas”, en las que Lukaschenko consiguió su discutida reelección y a las que siguieron una ola de represión contra la oposición, la nueva orden ejecutiva endurece las sanciones de Estados Unidos en vigor desde 2006 contra el régimen, ampliándolas a varios sectores claves de la economía de ese país fronterizo ruso.
“En lugar de respetar la clara voluntad del pueblo bielorruso, el régimen de Lukashenko perpetró un fraude electoral, seguido de una brutal campaña de represión para sofocar la disidencia”, dijo el presidente de Estados Unidos Joe Biden.
Luisa Corradini, periodista y socióloga, abordó el tema en el programa En Conexión, conducido por César Miguel Rondón.
“El balance siempre es el mismo, siempre que se trata de un dictador como Lukaschenko. Hay represión y se han producido acciones inverosímiles como el secuestro de un opositor que viajaba en un avión de una aerolínea europea. El intento de un secuestro de una atleta durante los Juegos Olímpicos, y la aparición de un opositor que se encontraba en Ucrania ejecutado. A esto le tenemos que agregar miles de detenciones arbitrarias y violaciones de los derechos humanos”, dijo la periodista.
Para Corradini este es el estado natural de un dictador como Lukaschenko, quien tiene 27 años en el poder.
Hasta el momento, el mayor sostén de Lukaschenko es la Rusia de Vladimir Putin, mientras que la oposición es apoyada por los Estados Unidos y la Unión Europea. Lo que deja un trasfondo geopolítico importante. Más allá de las sanciones que le han impuesto a Lukaschenko, se cree que goza de impunidad total.
“Lukaschenko tiene el paraguas nuclear de Vladimir Putin. Recordemos que los hidrocarburos rusos circulan por Bielorrusia. Para Putin, a pesar de que no siempre quiere a Lukaschenko, Bielorrusia es de importancia estratégica fundamental para Rusia, porque es un tapón que protege al oeste a Rusia de la OTAN. Es difícil que Putin le retire el apoyo a Lukaschenko”, apuntó Corradini.
La periodista señaló que uno de los escenarios posibles es que la oposición interna contra Lukaschenko sean tan grande, que Putin decida ejercer un proyecto de fusión que existe desde hace tiempo.
“En las actuales circunstancias la oposición no puede hacer mucho más. Lo único que puede hacer es organizarse seriamente para poder desempeñar un papel político de primer orden, pero eso no es fácil. Los Estados Unidos y la Unión Europa tampoco están en condiciones de hacer algo más que las sanciones, porque el tema estratégico”, destacó.
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