Estados Unidos «no ha cambiado de rumbo» en su política respecto a Venezuela tras el viaje de una delegación de alto nivel a Caracas para reunirse con el presidente Nicolás Maduro, aseguró hace unas semanas el portavoz del Departamento de Estado, Ned Price.
En una rueda de prensa, Price rechazó que el viaje, el primero de alto nivel de funcionarios estadounidenses a Caracas en años, suponga un debilitamiento del opositor Juan Guaidó, considerado por Washington como presidente interino de Venezuela.
«No ha habido un cambio de rumbo en nuestro reconocimiento de Guaidó como presidente interino», remarcó Price.
El vocero estadounidense dijo que la visita de la delegación de Washington tuvo como objetivo asegurar la liberación de ciudadanos estadounidenses «erróneamente detenidos» en Venezuela, y «urgir al régimen de Maduro a volver a la mesa de negociación» en México con la oposición para «restaurar la democracia».
Mientras eso sucede, el panorama político venezolano parece inmovilizado. Luego de las elecciones del estado Barinas a principios de año, y donde la oposición dio el “batacazo” en el estado natal de Hugo Chávez, la política interna se ha vuelto a calmar. La oposición luce paralizada y muy dividida, los liderazgos están debilitados y carece de una coordinación estratégica.
El analista político, John Magdaleno, abordó el tema en el programa En Conexión, conducido por César Miguel Rondón.
“No hay mayor cambio de la política exterior estadounidense con respecto a Venezuela. Lo que hubo en esa reunión, fue una primera exploración pero no se producirá ninguna decisión antes de las elecciones de medio término en los Estados Unidos. Segundo, esas conversaciones exploratorias no han arrogado un acuerdo muy concreto. El interés específico de los Estados Unidos, y de allí la fecha de la reunión, es intentar ver si hay unos proveedores que puedan suplir a Rusia en medio de un conflicto bélico. No obstante, no hay mayor avance en esta materia”, dijo Magdaleno.
Llama la atención que la discusión política venezolana ha bajado su volumen y pareciera que la gente obvia el tema político. No obstante, el centro del debate político dentro de la oposición venezolana es nuevamente la Casa Blanca. De allí surgen dos cartas dirigidas a Joe Biden, una pidiendo el levantamiento de las sanciones y la otra, pidiendo exactamente todo lo contrario.
“Lo que está pasando es que las cartas revelan unas diferencias estratégicas de fondo acerca de cómo promover el cambio de régimen en Venezuela. Es decir, las cartas son la expresión de un viejo debate, acerca de la modalidad política por la cual promover la transición a la democracia en Venezuela. Ese desacuerdo se ha expresado una y otra vez, desde el año 2014 hasta la fecha. Es decir, hay un ala que dentro de la oposición piensa que deben promoverse vías no violentas y otra ala que piensa que le cambio debe lograrse con vías coercitivas”, explicó el experto.
Magdaleno expuso que las sanciones son una herramienta para la estrategia coercitiva para forzar a los actores de cambiar de conducta.
“Lo que se implementa en Venezuela, con las sanciones económicas, financieras y petroleras, buscan un cambio de conducta del régimen, pero lo que están logrando es un cambio de la conducta económica-financiera del gobierno, y no en lo político. Lo que desnudan las cartas, es la persistencia del desacuerdo en relación a la utilidad de las sanciones”, acotó.
Todo este enredo político, ocurre cuando desde las redes sociales y en ciertos sectores de la sociedad, se escuchan voces de que Venezuela está mejorando, mientras hay quienes desmienten esta afirmación. Lo cierto, es que Maduro ya poco habla de socialismo y está tratando de regularizar sus relaciones con los empresarios.
“El gobierno de Maduro y en general el chavismo, no es ni será liberal. Lo que ha venido sucediendo en Venezuela desde el 2018, es un proceso de desregulación. Algunos economistas y politólogos han llamado este proceso como liberalización económica, pero no estoy de acuerdo con eso, pero si se han desactivado algunas restricciones. Ahora que el Estado no tiene dinero, necesita con urgencia otras fuentes de financiamiento”, expuso el politólogo.
Para Magdaleno, el gobierno produce una “desregulación” por unas necesidades fiscales y financieras.
“Lo que hay en Venezuela es un sistema sucio de flotación del tipo de cambio. Lo que ha ocurrido es una dolarización de facto sin ningún programa macroeconómico. Es decir, lo que pasa en el país es muy precario para decir que Venezuela ha mejorado. Lo que ha ocurrido es que caímos tan bajo, que cualquier avance se puede ver como una mejora relativa”, añadió.
La primera carta, que pide el retiro de las sanciones, está firmada fundamentalmente por economistas de renombre, quienes alegan el peso económico que las sanciones imponen al país. La otra carta, es firmada por políticos llamados “radicales”, quienes alegan que las sanciones son contra un régimen que viola los derechos humanos. Es probable que las cartas no hayan llegado al despacho de Joe Biden, pero se profundiza la división entre la oposición venezolana.
“La primera carta pide en concreto el levantamiento de las sanciones petroleras. En el segundo caso señalan que no deben levantarse las sanciones personales ni tampoco las órdenes de captura para los actores del régimen de Maduro. Parece que la segunda carta hay más imprecisiones. En general hay un consenso básico en mantener las sanciones personales a los funcionarios que están involucrados en delitos de derechos humanos, pero el centro del debate es el efecto de las sanciones petroleras”, enfatizó el especialista.
Finalmente, Magdaleno destacó que en el mundo ha habido 337 intentos de transición hacia la democracia y 187 han sido fallidos, 146 exitosos y 9 han sido censuradas.
“En los casos que he investigado, las sanciones internacionales jugaron un papel importante, en especial las económicas y financieras, pero en ningún caso he visto que las sanciones fueron el detonante para iniciar la transición. Un segundo punto de interés, es que se piensa en algún sector del país, que el levantamiento de las sanciones petroleras podría darle oxigeno a Maduro, pero hay forma de exigirle al gobierno un uso mediado de los recursos, si es que se llega a un acuerdo. El segundo punto es que se piensa que al ofrecerle más oxigeno económico al gobierno, hará más perdurable al régimen político y no beneficiará a la sociedad, pero en la medida que el ingreso per capita de los países mejora, aumenta la probabilidad de mayor inestabilidad de los regímenes autoritarios”, puntualizó.
Los mejores tenistas profesionales del mundo estarán en la cancha en Hard Rock Stadium de…
Vuelven a agitarse las sospechas sobre la fuga del laboratorio del Covid en Wuhan. El…
Adriana, de nacionalidad venezolana habló en televisión sobre la agresión xenófoba que sufrió hace unos…
El primer y fugaz encuentro entre EEUU y Rusia desde que empezó la guerra confirma…
Actualmente, el gobierno y la sociedad de los Estados Unidos está enfrentando una de las…
En el espacio “Inmigra Ya”, la abogada experta en migración, Mirtha Fadul, de la firma…