RUSIA Y SU NUEVA POLÍTICA DE EXPANSIÓN SELECTIVA

FA/CMR

En diciembre del 2021 se cumplieron 30 años de la desintegración de la Unión Soviética, este diciembre se conmemoran 100 años de su formación. Era el   Estado federal de repúblicas socialistas que existió de 1922 a 1991 (69 años) en Eurasia

Dmitri Trenin, director del Centro Carnegie de Moscú, un grupo de expertos y afiliado regional de la Fundación Carnegie para la Paz Internacional, da por terminado el repliegue geopolítico de Rusia y habla de lo que define como una nueva política rusa de expansión selectiva basada en sus propios intereses. 

“ El único caso en el que todavía tiene sentido referirse al espacio postsoviético es en una discusión sobre la política exterior de Rusia, para la cual todas las antiguas fronteras seguirán siendo para siempre su “extranjero cercano…El enfoque de Rusia hacia su periferia geográfica ha experimentado cambios importantes recientemente. Los acontecimientos casi simultáneos en varios lugares —Ucrania y Bielorrusia en Europa del Este, el sur del Cáucaso y Asia Central— ilustran la naturaleza y dirección de estos cambios. La sospecha de que Moscú está ocupado en restaurar la Unión Soviética bajo un nombre diferente es infundada; de hecho, Rusia está ocupada estableciéndose como la potencia principal y más importante a lo largo de sus nuevas fronteras. Los días del imperio no volverán, pero Rusia, la gran potencia, está trabajando arduamente para promover y proteger sus intereses”.

El doctor Trenin advierte que la crisis que estalló a principios de 2022 como resultado de la acumulación militar de Rusia en la frontera con Ucrania es parte de la estrategia de disuasión rusa para demostrar sus capacidades militares y su determinación política para intervenir, reemplazando el actual orden de seguridad europeo basado en el dominio de EE. UU. y el papel central de la OTAN con una nueva arquitectura de dos pilares basada en un acuerdo entre Rusia y EE. UU.

En el caso de Bielorrusia, el doctor Trenin señala que la negativa de los países occidentales de reconocer a Alexander Lukashenko como presidente tras la represión que lanzó contra los manifestantes que denunciaban manipulación electoral, le ha llevado a depender en gran medida del apoyo y la asistencia de Rusia.

“Moscú, a su vez, ha utilizado la situación para acercar a Bielorrusia en términos económicos y militares bajo la fórmula del Estado Unión que, a pesar de su anuncio en 1999, ha sido mucho más virtual que real… En una Europa recién dividida, Bielorrusia está totalmente del lado de Rusia”.

Rusia está fortaleciendo su posición geopolítica en el norte de Eurasia, es la conclusión a la que llega el doctor Trenin. “Rusia ha utilizado la fuerza militar para disuadir a Estados Unidos y la OTAN en Ucrania; empleó medios económicos, financieros y políticos para promover la integración en Bielorrusia; está comprometida en la diplomacia y el mantenimiento de la paz en el sur del Cáucaso; y organizó una misión de estabilización multilateral en Kazajstán. Hasta ahora, Moscú ha logrado proteger y promover su seguridad y sus intereses geopolíticos con medios comparativamente limitados, pero la tarea de reconstruir a Rusia como la gran potencia líder, no como un imperio, en el espacio previamente ocupado por la Unión Soviética requerirá un esfuerzo sostenido, durante un período de tiempo bastante largo”. 

Por lo pronto, Putin ha logrado convertirse en imán noticioso y las mediaciones de otros liderazgos occidentales y conversaciones con él le han colocado en un nivel central que no tenía hace unos años.