Un interesante artículo de FiveThrityEight se pregunta ¿ Por qué los republicanos se oponen a la promesa de Biden de nominar a la primera mujer negra a la Corte Suprema? Michael Tesler su autor, profesor de ciencias políticas en la Universidad de California, Irvine, autor de “Post-Racial or Most-Racial? Race and Politics in the Obama Era” y coautor de “Identity Crisis: The 2016 Presidential Campaign and the Battle for the Meaning of America”, busca la respuesta en la actitud de republicanos reflejada en las encuentas cuando se habla de una candidata afroamericana y no simplemente de una mujer.
“Como el profesor de Stanford y colaborador de FiveThirtyEight, Hakeem Jefferson, tuiteó: «Los conservadores no se molestaron cuando Trump prometió nominar a una mujer para el cargo porque el calificativo ‘blanco’ simplemente estaba implícito». Más tarde agregó que es el misóginia hacia mujeres de color, los prejuicios únicos que experimentan las mujeres negras, no la promesa, lo que es el problema”
En FiveThrirtyeight toman las respuestas republicanas a las dos preguntas de encuesta de YouGov sobre la importancia de nominar a una mujer a la Corte Suprema de Justicia en 2020, cuando se buscaba sustituir a la jueza Ginsburg tras su fallecimiento en tiempos de Trump y la importancia de nominar a una mujer negra para ocupar el puesto vacante ahora en el gobierno del presidente Biden en el 2022.
“Como vemos más de la mitad de los republicanos y más de las tres cuartas partes de los demócratas pensaron que era importante que una jueza reemplazara a Ginsburg en una encuesta de YouGov/Yahoo de septiembre de 2020 realizada unos días antes de que Trump nominara a Amy Coney Barrett para ocupar su puesto. Sin embargo, en el segundo caso, en otra encuesta de YouGov de enero de 2022, sobre la opción de que sea una mujer de color que reemplace a Breyer, una proporción igualmente grande de demócratas dijo que es muy o algo importante y solo el 13 por ciento de los republicanos dijo lo mismo acerca de que Biden nominara a una mujer afroamericana.
El autor agrega que “la política republicana está cada vez más animada por la creencia de que la discriminación contra los blancos es un problema tan grande en la sociedad estadounidense como los prejuicios contra las minorías raciales y étnicas. Esas opiniones ayudaron a impulsar el ascenso de Trump dentro del partido; y son un factor importante en la caracterización errónea de los conservadores de la teoría crítica de la raza, un marco académico que ayuda a explicar cómo el racismo contra los blancos impregna las instituciones estadounidenses, como una «amenaza existencial para los Estados Unidos». Pocos votantes de Trump (19 por ciento) aprueban la promesa de Biden, especialmente cuando los republicanos prominentes lo enmarcan como un nombramiento racialmente discriminatorio de un juez no calificado”
Es ese temor, esa cultura se ha ido instalando en la política republicana, en sus seguidores, en sus intelectuales y es la base de muchas de sus decisiones. Es muy importante no sólo entender las negativas sino qué las sustenta pues son la base sobre la cual se apoyan las percepciones ante las elecciones.
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