Tribunal Supremo de Brasil autorizó interrogar a tres ministros de Bolsonaro tras las denuncias de Sergio Moro: ¿Cuál es la crisis institucional que hay en el país?

La situación en Brasil se ha complicado, no solo porque es uno de los países más afectado por el coronavirus, sino también, por la crisis política que se ha desatado en la nación en el marco de la pandemia.

En una entrevista con César Miguel Rondón para el programa En Conexión, el periodista y corresponsal para varios medios en Brasilia, Pablo Manzo, explicó lo que se está viviendo en el país más grande de América Latina.

De acuerdo a las declaraciones del periodista, la mayor dificultad que enfrenta en ese momento el presidente Jair Bolsonaro es «la política institucional». Incluso más allá del virus.

Según Manzo, aunque hace unas semanas el jefe de Estado destituyó a su ministro de Salud, Luiz Henrique Mandetta, las cosas empeoraron realmente en la nación tras la renuncia de Sergio Moro.

Moro era, hasta el momento de su dimisión, el ministro de Justicia y Seguridad brasileño, conocido por llevar a prisión a Lula da Silva mientras era juez.

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Luego de abandonar su cargo, indicó Manzo, el exministro denunció que Bolsonaro pretendía controlar la Policía Federal, «que es un órgano independiente en Brasil». 

El periodista indicó que, conforme a lo revelado por Sergio Moro, el mandatario brasileño planeaba sustituir al jefe de la Policía Nacional y el de la Policía de Rio de Janeiro. Presuntamente por unas indagaciones que comprometían a los hijos del presidente.

Entre las investigaciones, señaló, estarían sus relaciones con la milicia, un homicidio y propinas a gente de su círculo. 

«El resultado es que el jefe de Corte Suprema llamó a testimoniar a 3 ministros«, quienes –se presume– tenían conocimiento de las presiones gubernamentales. 

«Tienen un lapso hasta el 22 de mayo y se ha dicho que si no se presentan habrá medidas coercitivas», agregó.

A propósito del COVID-19, Pablo Manzo dijo que Jair Bolsonaro «da un malísimo ejemplo».

Los brasileños están indignados, resaltó, no solo por la crisis política sino también porque la terapias intensivas ya están llenas en al menos cinco capitales del país. 

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