Una gran mentira

FA/CMR

El martes 13 de julio, el presidente estadounidense Joe Biden calificó la represión de los republicanos contra los derechos de voto como «antiestadounidense» y les preguntó «¿no tienen vergüenza?». Biden señaló que la lucha contra las leyes de voto restrictivas es «la prueba más significativa de nuestra democracia desde la Guerra Civil» y calificó los esfuerzos de Donald J. Trump para revertir las elecciones de 2020 como «una gran mentira».

Justamente, sobre la gran mentira se publicó ayer miércoles un extracto del libro, «Yo solo puedo arreglarlo: el catastrófico año final de Donald J. Trump», escrito por los periodistas de investigación  de The Washington Post, Carol D Leonnig y Phillip Rucker en ese diario.

(IMAGEN CASA BLANCA) El extracto en cuestión nos ubica en la tarde y noche de las elecciones y cómo se vivió en la Casa Blanca, allí aparecen los actores claves de esa gran mentira, como quiénes influyeron en Trump, que después  se negó a conceder una elección que claramente había perdido y difundió mentiras sobre el fraude electoral.

Por ejemplo, señala el libro, cómo el ex abogado del ex presidente Trump, Rudy Giuliani, aconsejó a los asistentes de campaña en la noche de las elecciones de noviembre que dijeran » simplemente que ganamos», ya que los conteos de votos aún estaban llegando y los resultados de las elecciones presidenciales eran ampliamente desconocidos.

Cito desde The Washington Post: “Giuliani se acurrucó con el director de campaña de Trump, Bill Stepien, el jefe de gabinete Mark Meadows y el asesor de la Casa Blanca,  Stephen Miller en la Casa Blanca para discutir los recuentos de votos entrantes.

«¿Qué está pasando en Michigan?» Giuliani preguntó, según el libro.

El trío de Stepien, Meadows y Miller le informó que todavía se estaban contando los votos y que era demasiado pronto para saberlo. Giuliani luego informó a los hombres de su estrategia, escriben Leonnig y Rucker.“Solo digan que ganamos”, 

Cuando se habla de Pensilvania, escriben los autores, Giuliani planteó la misma idea: «Solo digan que ganamos Pensilvania»

Los autores del libro agregaron que Stepien, Miller y Meadows pensaron que el plan de Giuliani, de decir que Trump ganó un estado tras otro sin ninguna evidencia para respaldar las afirmaciones, era «incoherente e irresponsable«.

«No podemos», según los informes, Meadows le dijo al abogado, alzando la voz.

En el extracto publicado en The Washington Post, también se describen los roles y acciones que ejercieron esa noche Donald Trump jr y Eric Trump, así como  la Consejera, Kellyanne Conway

Como sabemos,  Trump declaró la victoria en la carrera presidencial incluso cuando se contaban millones de votos en todo el estado.

«Esto es un fraude al público estadounidense.Esto es una vergüenza para nuestro país. Nos estábamos preparando para ganar estas elecciones. Francamente, ganamos esta elección. Ganamos esta elección. Entonces, nuestro objetivo ahora es garantizar la integridad por el bien de esta nación. Este es un momento muy importante. Este es un gran fraude en nuestra nación. Queremos que la ley se utilice de manera adecuada. Así que iremos a la Corte Suprema de EE. UU. Queremos que cesen todas las votaciones. No queremos que encuentren boletas a las cuatro de la mañana y las agreguen a la lista, ¿de acuerdo? Es un momento muy triste. Para mí, este es un momento muy triste y lo ganaremos. Y en lo que a mí respecta, ya lo ganamos «.

Como lo señalan Leonnig y Rucker, en su libro: “Esta fue una acusación extraordinaria para cualquier candidato político sobre cualquier elección, y mucho menos para un presidente en ejercicio sobre la elección más importante del país. Trump les estaba diciendo a los 74 millones de personas que votaron por él que no confiaran en los resultados”

Desde entonces, esa gran mentira ha servido de excusa y motivación para movilizar a los republicanos en todo el país en la aprobación de leyes estatales restrictivas del voto.En 17 estados de EE. UU. los legisladores republicanos han promulgado nuevas leyes que limitan el acceso al voto y  hacen más difícil el proceso de votación para las minorías.

Biden prometió este martes luchar, con la ayuda del Congreso, para aprobar una legislación que ayude a poner fin a la supresión de votantes. 

​​“El asalto a Jim Crow del siglo XXI es real”, dijo Biden refiriéndose a los proyectos de ley de Texas. «Es implacable y vamos a desafiarlo enérgicamente»