Un informe de la Inteligencia colombiana confirmó ayer la presencia en territorio venezolano de unos 1.500 hombres armados que pertenecen al Ejército de Liberación Nacional (ELN) y las disidencias de las antiguas Fuerzas Armadas Revolucionarias Colombianas.
50 páginas de mapas, nombres, cifras, zonas de injerencias y categorías de actividades ilegales como extorsión y el narcotráfico que realizan a sus anchas en territorio venezolano.
Según se desprende del Diario El Tiempo, el informe “señala que el narcotráfico es la fuente de financiación de estos grupos y estima que la Inteligencia ha hallado 623 trazas de vuelos irregulares que habrían despegado cargados con toneladas de cocaína con destino a mercados internacionales”.
De acuerdo con el documento, publicado por El Tiempo de Bogotá, “el ELN cuenta con mayor número de miembros en el territorio, unos 1.100 irregulares, que se dedican a la extorsión, además de un nutrido grupo de milicias urbanas. El ELN, sostiene el informe, utiliza el territorio venezolano como retaguardia estratégica; es decir, delinque en Colombia y se oculta en Venezuela.
La inteligencia colombiana dividió las disidencias en dos redes. La primera, aliada a ‘Gentil Duarte’ (con unos 320 hombres), que hace presencia a través del frente 33, al mando de ‘Jhon Mechas’; el frente 41, cuyo jefe está identificado como ‘Gonzalo’, y el frente décimo, al mando de ‘Arturo Ruiz’, quien tendría secuestrado al coronel Pérez y a 8 militares venezolanos, y es quien estaría tras la muerte de ‘Santrich’”.
Una fuente militar le dijo al diario El Tiempo que ese frente “Gentil Duarte” es el que está a cargo de la guerra territorial por el control de pistas y el tráfico de cocaína con la ‘Segunda Marquetalia’.
El grupo Gentil Duarte, ya no cuenta como antes, con el apoyo de la dictadura de Maduro a quienes benefició de múltiples formas.
El otro grupo de las disidencias, el conocido como ‘Segunda Marquetalia’, comandado por ‘Iván Márquez’,cuenta con unos 150 hombres en armas y están concentrados en el estado Amazonas.
El documento afirma que los aliados de la ‘Segunda Marquetalia’ son las Fuerzas Armadas Bolivarianas, se hacen la vista gorda, actuando como testigos de la disputa entre las disidencias por mantener el control de los estados de Zulia, Apure, Táchira y Amazonas.
Mientras tanto, las redes de los irregulares realizan negociaciones con cárteles del narcotráfico en Venezuela, Brasil y México, donde controlan varias pistas clandestinas.
En estas últimas semanas, el ejército colombiano ha realizado detenciones de algunos miembros del grupo “Segunda Marquetalia” a quienes se decomisó material bélico y de comunicaciones y se les acusa de planificar ataques urbanos en Cali en medio de las protestas.
Lo cierto es que mientras Venezuela sea un refugio para estos grupos, los irregulares se fortalecen, reclutan nuevos miembros y crecen como un cáncer en la región. Son demasiado permeables a la guerrilla y la delincuencia, las fronteras de estos dos países hermanos y Maduro ya aparece como su promotor.
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