Un líder indígena venezolano opositor a la incursión de grupos armados y la minería ilegal fue asesinado el jueves de dos disparos. El hecho se produjo mientras se encontraba en un barrio de la capital del sureño estado Amazonas, dijeron una organización no gubernamental y tres personas con conocimiento del caso.
Se trata de Virgilio Trujillo Arana, indígena uwottuja de 38 años. Era uno de los primeros guardianes territoriales en el municipio Autana, de Amazonas, y un comprometido defensor de la Amazonía venezolana.
Alejandro Álvarez, biólogo, ambientalista, defensor de los derechos humanos, y coordinador general de Clima 21, abordó el tema en el programa Día a Día, conducido por César Miguel Rondón.
“En primer lugar, hay que decir que Virgilio Trujillo era un indígena, que a lo largo de su vida se dio cuenta como en el territorio donde vivía estaba siendo invadido cada vez más por gente que estaba haciendo minería ilegal. Además, estaban destruyendo todo su hábitat. Los indígenas viven en cercanía permanente con la naturaleza y dependen de ello. Por lo tanto la destrucción de su ecosistema, es la destrucción de su propio pueblo”, dijo Álvarez.
El experto indicó que Trujillo se había identificado con la idea de que había que defender el territorio.
“Desde hace varios años había conformado, junto con otros indígenas, unas guardias territoriales, de los cuales eran una manera de buscar tener una capacidad de repuesta, para poder defenderse. Principalmente, había hecho una lucha continua sobre la ocupación del territorio de su comunidad por parte de distintos grupos, tanto guerrilleros como delincuentes, que destruyeron toda la zona. Ya había sido amenazado previamente”, apuntó.
Álvarez, señaló que en la forma en que Trujillo fue asesinado, indica que fue víctima de un sicariato.
“Fue asesinado con disparos directamente a la cara”, agregó.
En cuanto a la presencia de grupos delictivos en la zona, el especialista enfatizó que la situación al sur del país es “extremadamente difícil”.
“El desarrollo de la minería ilegal en el país a partir de los primeros años de la década de los años 2000, se ha expandido y luego se aceleró desde la creación del Arco Minero del Orinoco. Ese Arco Minero ocupa el 12,12% del territorio nacional, y se fue expandiendo. Esa zona está siendo ocupada no por mineros sencillos, sino está controlado por distintos grupos que están identificados por organismos internacionales, en el cual incluyen delincuentes dentro de sindicatos, también está la guerrilla colombiana, y distintos grupos de delincuencia que han sido identificado por organismos internacionales”, explicó.
Para Álvarez, lo que se está viviendo es una guerra en el sur de Venezuela.
“Hay 32 líderes indígenas asesinados entre el 2013 y el 2021. Solo en el estado Bolívar, entre el 2021 y lo que va de 2022, hay 37 personas desaparecidas y 43 asesinados por ejecuciones extrajudiciales. Es una masacre en masa lo que está ocurriendo en el sur del país. El control de los sitios de minería se logran mediante la violencia y la corrupción”, sentenció.
Finalmente, Álvarez destacó que al gobierno se le salió de las manos el tema de la minería ilegal.
“Algunos funcionarios están participando en esto. Es decir, Es una situación muy compleja y no manera absoluta de decir lo que pasa, porque depende de las circunstancias, de los grupos que actúan y las alianzas que hay”, puntualizó.
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