Durante todo el año hubo noticias de escasez de alimentos y otros bienes básicos, lo que llevó a que altos cargos del gobierno pidieran a la población cubana que cultivara más alimentos para consumo propio. En septiembre, el artista grafitero conocido como Yulier P. pintó una inquietante imagen de alguien comiendo sus propios huesos en las calles de La Habana.
Pese a las recomendaciones de la ONU de suspender las sanciones a fin de garantizar el acceso a alimentos y suministros médicos esenciales para responder adecuadamente a la pandemia de COVID-19, Estados Unidos siguió imponiendo su embargo económico al país.
Yaxys Cires Dib, director de estrategia del Observatorio Cubano de Derechos Humanos, abordó el tema en el programa En Conexión, conducido por César Miguel Rondón.
“Ha sido un año nefasto en el ámbito de los derechos humanos. El régimen que vive entre el fracaso de lo político, lo económico y lo social, no busca soluciones para enmendar esos fracasos, lo que ha hecho es reprimir. En este año ha sucedido algo muy importante, anteriormente la represión se concentraba en opositores políticos, ahora trascendió a los grupos de la sociedad civil como artistas, cantantes, pintores y periodistas”, dijo Cires Dib.
Para el analista, con las protestas masivas que se generaron el pasado mes de julio, el régimen se vio obligado a reprimir al sector popular.
“La represión de este año transitó desde la oposición política, pasó por las organizaciones civiles y llegó al ciudadano común”, agregó.
Lo cierto es que este año las protestas desestabilizaron a la dictadura cubana.
“Pareciera que hay una parte de la élite cubana que no reconoce ese fracaso. Hay otra parte que lo reconoce, pero prefiere vivir gozando de las mieles del poder. Estamos en una situación que el régimen es incapaz de reformarse y tomar medidas que alivien la situación económica y social de la gente. El régimen está preso por su propia incapacidad”, señaló Cires Dib.
Algo curioso que ha pasado en Cuba es que los jóvenes, a pesar de ser ideologizados y haber tenido una educación alienada por la dictadura, son los que llevan el estandarte de las protestas y exigen cambios profundos en el sistema.
“Eso se atribuye a la incapacidad del régimen de generar calidad de vida para la gente. El hombre joven, llamados los hijos de la revolución, son los que se han lanzado a la calle el mes de julio, porque no creen en el proyecto del socialismo. Eso sucede no porque hayan venido una potencia extranjera, sino que viven la situación de sus madres y abuelas. Los cubanos logran el éxito en otros países. Cuba es el único país donde los cubanos no pueden lograr el éxito y desarrollar un proyecto de vida”, explicó.
El experto también destacó que para el 2022 seguirá el malestar social y las protestas de diversas maneras, si el régimen no realiza las reformas que son demandadas.
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