Justicia iraní sentencia a manifestantes por los delitos de «enemistad con Dios» y «propagación de la corrupción en la tierra»

La Justicia iraní sentenció este domingo a un manifestante a morir en la horca, por primera vez desde el inicio de las protestas por la muerte bajo custodia policial, el 16 de septiembre, de la joven de 22 años Mahsa Amini, tres días después de ser detenida por llevar mal colocado el velo. La agencia Mizan, portavoz del poder judicial iraní, informó este lunes de esa pena capital y de las sentencias a otros cinco manifestantes de entre 5 y 10 años de cárcel.

El condenado a muerte estaba acusado de haber incendiado un edificio gubernamental y de conspirar contra la seguridad nacional, así como de los dos cargos más graves del código penal iraní: la “enemistad con Dios” y la “propagación de la corrupción en la Tierra”.

Sofía Scally, licenciada en relaciones internacionales y especialista en Medio Oriente, abordó el tema en el programa Día a Día, conducido por César Miguel Rondón.

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“Son los dos delitos más graves del código penal iraní, y al mismo tiempo son los más difíciles de delinear y trazar. Es difícil determinar quién es enemigo de Dios de quién no ¿Quién tiene la autoridad moral para eso?, esa es la pregunta que nos hacemos, pero debemos recordar que Irán se encuentra por la ley islámica que regula los términos culturales, sociales y además los códigos de comportamiento. Por lo tanto, la enemistad con Dios, tiene que ver con todo lo que corrompe al fiel y al creyente, como mostrar el cuerpo o no cumplir las normas establecidas”, dijo Scally.

La experta señaló que los 20 condenados en este momento por protestas pueden ser declarados como enemigos de Dios.

“Ellos solo se está manifestando por la libertad y por sus derechos. La amenaza del gobierno de enjuiciar por pena de muerte no era mera amenaza, sino que se ha dictado esa condena de muerte. El gobierno no quiere dar su brazo a torcer y no sé qué tanta incidencia pueda tener la comunidad internacional”, explicó.

Finalmente, Scally indicó que muchas veces el condenado confiesa bajo coacción y de manera obligada.

“Ellos están aislados y no tienen asistencia legal. Estas condenas y muertes son de manera arbitraria”, puntualizó.

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