En una reciente entrevista realizada por el diario El Mercurio a Moisés Naím, escritor y economista venezolano, miembro del think thank Carnegie Endowment for International Peace de Washington (IMAGEN), Naím advertía sobre la situación que se vive en la región latinoamericana, decía que “Las tragedias de América Latina las conocemos, y en estos momentos su expresión más aguda de tragedia son Nicaragua y Venezuela. Es terrible lo que está pasando ahí. Es terrible también lo que está pasando en Perú. La situación de Perú es inherentemente inestable, renunció el canciller, hay mucha turbulencia con respecto a Perú y su nuevo gobierno. Esos son los tres países que tienen mucha inestabilidad interna y están irradiando inestabilidad internacionalmente. El principal de ellos es Venezuela. La catástrofe socioeconómica de Venezuela está irradiándose a otros países a través de los refugiados, pero también a través del activismo de Nicolás Maduro y su régimen en otros países de América Latina”
Habla de necrofilia ideológica, el amor ciego a ideas muertas, ya probadas que siempre fracasan, un término que ha usado desde el 2010, para referirse a la búsqueda de la sociedad de soluciones en ideas que no funcionaron pero que se presentan como nuevas, con renovado apasionamiento.
En algunos casos la nacionalización de empresas en un país con burocaracia creciente, escasa preparación profesional y técnica para ello, o la idea de un socialismo del siglo 21, entrarían en esta categoría.
La forma de gobierno de Nayib Bukele atentando con cada institución que soporta la democracia para hacerlo él mismo o sus funcionarios, es autocracia con letras mayúsculas como lo es el régimen de Maduro en Venezuela y el de Manuel Ortega en Nicaragua. Es fácil encontrar en ellos y sus discursos, ideas muertas, fallidas pero resucitadas a su conveniencia.
Ya antes había señalado Naím que el gran debate a futuro no va a ser entre izquierdas y derechas sino entre autocracia y democracia, esa manera de destruir las instituciones de la democracia desde adentro una vez alcanzado el poder por las vías electorales. “La práctica normal son gobiernos que ganan democráticamente y empiezan a socavar la democracia desde adentro, a veces con maniobras brutales y visibles, y en otras con maneras furtivas, que van concentrando poder y limitando la democracia”
El futuro luce incierto, se tejen nuevos mitos y se pierde el camino de lo que en algún momento fue conocido como el milagro latinoamericano, ¿tendremos los ciudadanos de a pie la oportunidad de reencontrarlo?
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