Estados Unidos contabiliza 1.450 niños hospitalizados por COVID-19, la mayor cifra en lo que va de la pandemia, advirtió este domingo el director de los Institutos Nacionales de la Salud, Francis Collins.
En una entrevista con el programa “This Week” de la cadena ABC News, Collins consideró que el país nunca debería haber llegado al punto en el que está, con un rebrote de los casos de coronavirus causados por la variante delta.
Collins señaló que Estados Unidos está pagando “un precio terrible”, ante el rápido aumento de los casos, especialmente entre personas no vacunadas. “Casi todas las muertes son de personas no vacunadas. Y ahora son personas más jóvenes, incluidos niños”, alertó.
A pesar de las cifras, el gobernador de Florida, Ron DeSantis, está considerando retirar la obligatoriedad de las mascarillas en el estado.
Leopoldo Córdova Romero, médico pediatra e infectólogo, abordó el tema en el programa En Conexión, conducido por César Miguel Rondón.
“En realidad estamos muy preocupados. Para el día de hoy tenemos a 200 millones de personas en el mundo infectados, son contar a los asintomáticos. Lo que ha pasado en las últimas semanas de un repunte que tan solo este lunes se contabilizaron 20.000 casos, es preocupante. Estamos viviendo un nuevo brote de la variante delta que ocupa el 80% de los infectados”, dijo Córdova Romero.
Para el experto es preocupante que se esté hablando del regreso a clases. “Los niños son no vacunados, porque la vacuna se pone desde los 12 años en adelante. Tenemos una población de millones de niños en todos los Estados Unidos que comenzarán la escolaridad. La vacuna es la única forma de disminuir los casos, acompañado de las medidas preventivas que conocemos”, agregó.
El doctor afirmó que hay que tener una sola visión: “Hay que usar la mascarilla, lavarnos las manos y mantener el distanciamiento social, hasta que podamos vacunar más del 70% de la población”, sentenció.
Para Córdova Romero los niños de doce años que no estén vacunados se deben quedar viendo clases desde sus hogares.
“En cuanto a los niños pequeños se deben tomar las medidas de prevención. No obstante, es descabellado pensar que la mascarilla y el distanciamiento social no funcionan. Hay que ponernos de acuerdo, porque existe una dicotomía entre la parte científica y la política. Eso no debe ocurrir”, añadió.
Con el pasar de los días, la población se ha dividido entre vacunados y no vacunados, y se ha generado un debate de libertades.
“Esto es un problema global y de la sociedad mundial. Es un acto de egoísmo el no vacunarse. El hecho de no vacunarse produce más infectados. Hay que aumentar el espectro de vacunación a nivel global.
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