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Vilma Núñez, presidente del Centro Nicaragüense de Derechos Humanos: «Con las detenciones, Daniel Ortega quiere doblegar a la oposición y a la comunidad internacional»

La ONU analizó el día de ayer las violaciones a los derechos humanos en Nicaragua. En la sesión del Consejo de Derechos Humanos, la misma Alta Comisionada, Michelle Bachelet, presentó actualizaciones de sus informes publicados anteriormente sobre la situación del país.

Dentro de la investigación realizada por la Alta Comisionada, la expresidenta chilena exige que la dictadura de Ortega libere a todos los candidatos a presidente encarcelados y les permita participar en las elecciones.

También recordó que la policía ha detenido también a varios miembros de la oposición al régimen de Daniel Ortega.

Vilma Núñez de Escorcia, presidenta del Centro Nicaragüense de DD.HH, abordó el tema en el programa En Conexión, conducido por César Miguel Rondón.

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“En términos generales, se puede decir que es una situación crítica e inédita, en el comportamiento represivo de las dictaduras militares de Latinoamérica. No existen parámetros comparativos que equiparen la represión militar, la instrumentalización de todas las instancias jurídicas para la represión, la militarización de las calles, y el propósito claro del gobierno de profundizar la represión. Son muchas las evidencias con conocimiento de causa, que indican que los nicaragüenses viven un momento de terror. No podemos salir de nuestras casas y tener la certeza de volver”, dijo Núñez de Escorcia

Para la experta, el régimen de Ortega está fuera de control no solo a lo interno, sino también en términos internacionales.

“Ortega ya no hace caso a los llamados de la Alta Comisionada de Derechos Humanos, Michelle Bachelet. El comportamiento del gobierno no es tolerable en ningún foro. El presidente del Consejo de Derechos Humanos se vio obligado a interrumpir al embajador de Nicaragua”, destacó.

Núñez de Escorcia afirmó que la intención de Ortega es permanecer en el poder y “robarse unas elecciones que pudieron ser la solución al conflicto nicaragüense”.

“Ortega está con su mente enterrada en el poderío que le da el control de las armas y las fuerzas paramilitares. No quiere dialogar, solo quiere doblegar a la oposición y a la comunidad internacional que están apostando a una solución”, explicó la defensora de los derechos humanos.