La organización Prisoners Defenders «llevaba documentada 112 detenciones o desapariciones forzosas», para las 9 de la mañana de este martes, tras el estallido de decenas de protestas en todo el país este domingo.
Por su parte, la consultoría independiente Cubalex contabiliza más de 150, entre arrestados y desaparecidos, en una base de datos que continúa actualizando, según informa Radio Martí.
Otras organizaciones, como la disidente Cuba Decide, señala que el balance, es no oficial porque en la isla nunca hay cifras oficiales de esto, sería de varios muertos hasta el momento.
¿Qué sigue tras las protestas en Cuba?: Sebastián Arcos, director Asociado del Cuban Research Institute de la Universidad Internacional de la Florida, abordó el tema en el programa En Conexión, conducido por César Miguel Rondón.
“No hay cifras confiables. Estamos buscando cifras que se filtran a través de las organizaciones de derechos humanos internacionales. Sabemos que hay más de 100 arrestados, pero suponemos que debe haber muchísimos más porque no han contabilizado a las personas detenidas en el acto de protestar que no son identificadas como opositores al régimen. El régimen solo reconoce una persona fallecida, pero la historia nos ha enseñado que si ellos reconocen a un fallecido es porque hay muchísimos más. Sin embargo, no podemos confirmar una cifra”, explicó Arcos
Entre las detenciones más emblemáticas está la corresponsal del diario ABC de España en La Habana y el fundador del Movimiento San Isidro, Luis Manuel Otero Alcántara.
“Ese es el grupo que se sabe que han sido arrestado. Muchos de ellos fueron buscados en sus viviendas. Esa es la práctica tradicional del régimen. Tienen una vista activa de personas de la oposición que están monitoreando y saben quiénes serán los primeros detenidos. Este sistema es tan viejo, que en las horas posteriores del desembarco en Bahía de Cochinos, el régimen cubano arrestó a decenas de personas que habían identificado como posibles opositores”, añadió el experto.
Para el analista las manifestaciones fueron espontáneas y está por verse si continuarán o se aplacarán.
“Es la primera vez en la historia de Cuba que se producen manifestaciones de esta magnitud. Además, las protestas tienen un matiz en contra del régimen. Es muy difícil predecir cómo va a reaccionar una población que ha roto la barrera psicológica del régimen. Esa barrera se rompió el sábado y el régimen tiene una larga tradición de represión, pero esta vez es diferente. Ya no son focos aislados, sino con manifestaciones en toda la isla. Hay que esperar cuál será el resultado del pulso”, señaló.
Que un Castro ya no esté en el poder, aunado al poco carisma de Miguel Díaz-Canel, es un elemento a tener en cuenta para analizar los acontecimientos.
“Hay dos maneras de interpretarlo: lo primero es que Cuba sigue siendo gobernada por Raúl Castro. Que se haya retirado del gobierno no quiere decir que no siga siendo la cabeza del régimen. Este regreso de Raúl en momentos de crisis demuestra que es así. La segunda razón es un asunto de legitimidad política que Díaz-Canel no tiene. El cubano de a pie no reconoce la autoridad de Díaz-Canel y no están dispuesto de aceptarle lo mismo que le aceptaron a los Castro”, puntualizó.
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