Virgen de Chiquinquirá celebra sus 311 años como patrona del Zulia

Este 18 de noviembre se celebra en toda Venezuela la Renovación Milagrosa de la Virgen de Chiquinquirá, patrona del estado Zulia.

La pasión y el fervor que despierta esta Virgen aglomera a miles de personas todos los años en la plazoleta de Maracaibo. Sin embargo, las tradicionales fiestas en adoración a la Chinita no pudieron llevarse a cabo este año debido a la pandemia del coronavirus.

En esta oportunidad, las autoridades optaron por hacer las eucaristías a puerta cerrada, pero la Virgen Morena no dejó de visitar a sus fieles. La reliquia sagrada recorrió distintos sectores de Maracaibo y varios municipios cercanos.

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El Arzobispo de Maracaibo, monseñor José Luis Azuaje, ofreció esta celebración para todas aquellas personas que se han visto obligadas a salir del país en los últimos años. «Esto es por todos ustedes que han partido. “La Madre los ama y los acompaña donde se encuentren», dijo Azuaje.

El monseñor también ofreció la misa de la Virgen de Chiquinquirá en honor de los enfermos por COVID-19.  «Para que la Campeona de la Salud, que cuida a este mundo herido, los sane para que vuelvan a sus cotidianidades», resaltó en la homilía.

Historia del amor eterno por la Chinita

Cuenta la leyenda, que una mujer estaba lavando ropa cuando vio una tablita flotando a orillas del Lago de Maracaibo. Rápidamente, decidió llevarla a su casa para tapar una tinaja.

A la mañana siguiente escuchó golpes fuertes, como si estuvieran tocando la puerta, y al entrar a la habitación la mujer encontró la tabla brillando en multicolores con la imagen de la Virgen de Chiquinquirá.

La mujer, dentro de su asombro, inmediatamente dio el grito de milagro para avisar a los vecinos. Los pobladores hicieron una procesión con la reliquia, pero en un momento se puso tan pesada que no pudieron moverla.

Entre la multitud alguien gritó: «Tal vez la Virgen no quiera ir a la Iglesia Matriz y prefiera la de San Juan de Dios», que era la iglesia de los pobres. Al cambiar el rumbo a esta iglesia, el peso de la tabla volvió a ser el mismo, y desde ese entonces se encuentra en la basílica para proteger a todo el pueblo zuliano.

 

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