Entramos en las últimas dos semanas del año y las predicciones de algunos analistas en cuanto al escenario político venezolano se han cumplido. Nicolás Maduro y su círculo realizaron las elecciones parlamentarias y recuperaron el poder de la Asamblea Nacional, mientras que la oposición se percibe fragmentada y sin un proyecto de país.
Sin embargo, tal como se esperaba, la comunidad internacional no reconoció el resultado de las elecciones y la mayoría de los países mantienen su reconocimiento al antiguo parlamento y a Juan Guaidó como presidente interino.
Por parte de la oposición, llevaron a cabo la Consulta Popular en la cual participaron más de seis millones de venezolanos. No obstante, es un proceso que no es vinculante y que fue criticado por varios líderes opositores.
La unión opositora se percibe lejana y sus diferencias irreconciliables. Henrique Capriles ha dicho que «el gobierno interino de Juan Guaidó está acabado», mientras que María Corina criticó duramente a Guaidó y la gira internacional que emprendió Leopoldo López.
Entretanto, desde Washington, la nueva administración de Joe Biden ha afirmado que estaría dispuesto a entablar una negociación con Nicolás Maduro, que implique una relajación de las sanciones por unas elecciones libres y transparentes.
El politólogo y profesor universitario, Guillermo Tell Aveledo, abordó el tema en el programa En Conexión, conducido por César Miguel Rondón.
“Antes de que el G-4 anunciase su no participación en las elecciones, la intención de voto era mucho mayor a la que terminó siendo. En ese sentido, Guaidó se podría anotar un triunfo, pero no completamente. La abstención parece afectar a toda la política venezolana y mantiene el estatus quo. Por lo tanto, es una victoria pírrica porque solo simboliza el descontento pero no tiene resultados efectivos en el poder”, dijo Tell Aveledo, referente a la gran abstención del pasado 6 de diciembre.
La gran abstención demuestra que la opción electoral está minimizada para resolver los conflictos políticos en Venezuela.
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«El chavismo parece haber trascendido esta etapa electoral. Al parecer, han comenzado una nueva era y nueva vinculación del Estado con la sociedad. El discurso de Maduro y de Padrino López apuntaba a lo mismo, que es un nuevo momento político. Por su parte, la oposición boicoteó una elección luego de un tiempo de bloqueo del Estado. El cálculo de los militares es apoyar a Maduro porque les sale más barato. Los réditos económicos del Alto Mando Militar son tan grandes que les vale para seguir sosteniendo a Maduro”, expuso el analista.
El régimen de Maduro ha prometido a sus seguidores que con el control de la Asamblea Nacional podrían librarse de las sanciones de la comunidad internacional, que según ellos, son las que causan el desabastecimito de la gasolina y la crisis económica.
“El gobierno sí tiene una victoria concreta que allana barreras, especialmente en el hecho de no dejar conformar a una oposición organizada. El hecho de que la oposición esté dividida y acusándose los unos con los otros, eso solo es bueno para el chavismo. La consecuencia política y legislativa viene en segundo plano, pero si vendrá un nuevo estado de leyes”, añadió el politólogo.
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Cuando Maduro y Padrino López hablan de una nueva era en el país, queda la duda de a qué se refieren.
“No se están refiriendo al socialismo puro. Se están reinventando y se mantendrá un esquema de control político y social importante, pero también habrá algunas regulaciones que permita a las nuevas élites económicas manejarse. También se contemplan algunas inversiones del mundo no occidental. Hay quienes plantean que esto es un neogomecismo”, destacó Tell Aveledo.
Finalmente, el experto se refirió a la división de la oposición venezolana.
“Si la oposición no se reequilibra ella misma en estos momentos, no tendrá lugar en un futuro. La oposición tiene qué poder hacerlo en términos prácticos. La vocación de la oposición es el cambio de la política venezolana hacia la democracia, ese es el norte. Para sacar a Maduro del poder, la oposición debe convencer a sectores del gobierno para que dejen de apoyarlo. La oposición necesita un proyecto de país que convenza a los sectores modernizadores de Venezuela”, puntualizó.
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