Las instalaciones de la Brigada 30 del Ejército Nacional de Colombia fueron blanco de una explosión este martes 15 de junio en la ciudad de Cúcuta, en el norte del país. El Ministerio de Defensa aclaró que el mismo vehículo produjo dos detonaciones diferentes que dejaron decenas de heridos. Por ahora, ningún grupo armado ha reivindicado el ataque.
Jhon Torres, editor de la Mesa Central de El Tiempo, abordó el tema en el programa En Conexión, conducido por César Miguel Rondón.
“La situación en Colombia está muy compleja por muchas razones, pero no es nada que no nos haya sucedido en las últimas cinco décadas. Colombia también pasa por un momento de agitación social muy fuerte, que ha tenido unos bloqueos que son producto de la expresión del descontento social, pero también hay influencia de grupos armados ilegales. Ahora ocurre esto en Cúcuta, la ciudad más importante con la frontera con Venezuela”, dijo el periodista.
Torres explicó que en la base hay presencia de militares estadounidenses. “Fueron unos individuos que se hicieron pasar por funcionarios públicos y no revisaron bien el vehículo que tenía una carga de explosivos importante. Hay una primera explosión a las tres de la tarde y luego diez minutos después hay otra explosión. Hay tres personas gravemente heridos. Lo que piensa todo el mundo es que fue el ELN, porque es el grupo irregular más fuerte. No obstante, también hay presencia en la zona de las disidencias de las FARC y de bandas criminales”, indicó.
Ver más: Periodista Martha Elvira Soto: «El atentado del carro-bomba en la base militar de Cúcuta se produce por una falla de inteligencia»
Para el reportero el hecho de que el atentado fue en Cúcuta tuvo que ver con la oportunidad. “Si pudieran haberlo hecho en otra parte del país lo habrían intentado. Hace unos años hicieron un atentado en Bogotá. Seguramente, estar cerca en Venezuela tiene mucho que ver, porque los delincuentes pueden huí hacia el lado venezolano”, agregó.
Este atentado ocurre al mismo tiempo que el Comité Nacional del Paro decidió suspender las convocatorias a protestas.
“Fueron 50 días de una convulsionada situación social y fue una manifestación cierta de inconformidad social provocado por la Reforma Tributaria. Este movimiento tiene razones sociales, porque la afectación por la pandemia ha sido grande, pero varios grupos irregulares se han aprovechado de la situación. Lo que ocurrió fue que el Comité Nacional del Paro se dio cuenta que el ciudadano común está cansado de las protestas y de los bloqueos. Ellos están violando los derechos de los ciudadanos que no participan en las marchas. No obstante, habrá que ver si esa orden se hará efectiva, porque muchas personas no se sientes representados por el Comité del Paro”, puntualizó.
