FA/CMR
La realidad de los países es como la nuestra, cambian mutan, no son fotografías estáticas. No es lo mismo hablar de Venezuela en 1991, en 1992, en 1998, en 2014, en 2017 que en el 2021.
Y cuando digo esto, lo digo para todos, ciudadanos comunes y políticos. ¿Cómo era su manera de ver la política y su participación en ella en 1991?¿Cómo fue su voto en 1998? Antes del año 2000 ¿se sentía usted un activista político? ¿cuándo empezó a serlo? Los errores políticos del madurismo y la oposición, ¿qué cambios en su vida le han producido?
Desde que la llamada Plataforma Unitaria se decidió a participar en las elecciones regionales y municipales y lo comunicó este martes, el debate tomó el campo de batalla de twitter. Y no podía ser diferente, pues quienes han guiado a los venezolanos con los distintos métodos para finalizar con gobiernos chavista y madurista, lo han hecho con una enorme irresponsabilidad, han asumido decisiones equivocadas y no han tenido la dignidad de ofrecer un “mea culpa” público y colectivo. Decimos ‘colectivo” porque han sido varios los protagonistas de este desacierto. Por lo menos deberíamos esperar que todos, y no un declarado “líder” por los medios extranjeros, sea el que dé la cara para tapar los errores de quienes para evitar mancharse no asumen la suya.
Necesitamos saber cuándo, cómo y por qué, nos equivocamos. No somos borregos, somos padres de familia, hijos, trabajadores, somos ciudadanos. Somos migrantes, millones, viviendo fuera, lejos de un país cuyo liderazgo, del oficialismo y de la oposición, fue construyendo una realidad invivible.(IMAGENES MIGRANTES)
No se trata de que no sea correcta la alternativa de negociar y dialogar en México y tratar de reinstitucionalizar al país, desde la actividad política, la del voto en las elecciones regionales y municipales, aunque suponga un riesgo. Se trata de asumir la verdad, como condición, primero.
¿Cómo podemos creerle a los mismos que nos llevaron a marchas, peleas campales, paros empresariales y petroleros, que pedían intervenciones militares extranjeras, que nos vendieron el mantra del “cese de la usurpación” como algo alcanzable con calle, militares aliados pero fantasmas, y sanciones?¿Cuánta unidad de criterio y acción hay detrás de esta nueva estrategia?¿Cuántos fallecidos, cuántos presos políticos, cuánta hambre han costado estos errores?
Y ¿con qué cara se presentan de nuevo estos “líderes” y qué expectativas nos venderán ahora?
Dice Henry Ramos Allup, líder de Acción Democrática: «Para los que piensan que la solución no es electoral … entonces ¿cuál es?«.
Freddy Guevara, del partido Voluntad Popular, “Voluntad Popular asume que muchas de las premisas que teníamos antes con las cuales buscábamos un desplazamiento total e inmediato del sistema, el quiebre militar, no son viables. Hoy, buscamos presionar, pero también negociar. Esto no significa ceder en nuestros principios”
Pero ¿en base a qué factores se creía viable un quiebre militar?¿Cuáles principios? ¿Los de los venezolanos o los de un partido político?
Dice Guevara: “Estoy absolutamente convencido que tenemos que pasar a un proceso de convivencia. Ya se acabó la época de creer que una fuerza política puede eliminar a la otra”
¿Era eso lo que se pretendía? ¿Por qué no se les reconoce a quiénes se mantuvieron firmes ofreciendo sus candidaturas en elecciones pasadas cuando la oposición se negaba a participar, a quienes desde el entorno empresarial insistían que la vía electoral y democrática, era la única viable?¿Cuántos fueron acribillados y acusados de colaboracionistas por hacerlo?
Votaremos, iremos a cumplir con ese derecho, porque es la vía y nunca debió dejar de serlo, pero buscamos nuevos líderes, necesitamos otros protagonistas. Nos urgen otros rostros, otras voces, pero sobre todo, más coherencia.
