Me decía esta mañana, el analista y consultor político, Javier Maza, en nuestro programa radial “Día a día” que se transmite en Miami y el Sur de Florida, que los secretos de los políticos son como las minifaldas, muestran mucho pero ocultan lo más interesante. Lo decía en relación a los secretos que oculta el expresidente Donald Trump, de lo que hizo o dejó de hacer, relacionado a los disturbios del 6 de enero de este año.(IMAGENES DISTURBIOS)
Secretos que como los califica la plataforma independiente de noticias, Político.com, constituyen un tesoro.
Ayer el expresidente Donald Trump presentó una demanda en el Tribunal de Distrito de DC contra el comité selecto de la Cámara de Representantes que investiga la insurrección del 6 de enero y los Archivos Nacionales en un esfuerzo por mantener en secreto los registros de su presidencia al reclamar el privilegio ejecutivo. La demanda argumenta que el tribunal también debería impedir que los Archivos Nacionales compartan materiales que Trump considere privilegiados. Privilegio que la Casa Blanca se niega a concederle y a lo que Trump responde afirmando que la negativa del presidente Joe Biden a proteger algunos de los documentos es «una estratagema política para acomodar a sus aliados partidistas»
Algunos abogados sostienen que solo el presidente en ejercicio puede hacer valer el privilegio ejecutivo. Pero un tribunal nunca se ha pronunciado sobre si ese privilegio se extiende después de que un presidente deja el cargo, y hasta qué punto.
El equipo de Trump también está pidiendo que la Corte haga que los Archivos Nacionales identifiquen primero todos los documentos de administración de Trump que podrían responder a esa solicitud, y luego permita que los abogados de Trump los revisen por completo antes de compartirlos con el Congreso. Ese proceso podría llevar años.
El argumento central de la demanda de Trump es que las solicitudes de documentos de la Cámara de Representantes del poder ejecutivo «no tienen precedentes en su amplitud y alcance y no están atadas a ningún propósito legislativo legítimo».
Es evidente que politizar la acción judicial le haría ganar terreno político y desviar la atención sobre lo central: la búsqueda de la verdad de su rol el 6 de enero.
La vicepresidenta Liz Cheney, republicana de Wyoming y el presidente del comité Bennie Thompson, demócrata de Mississippi, en una declaración conjunta ayer señalaron que “El objetivo claro del ex presidente es evitar que el Comité Selecto llegue a los hechos sobre el 6 de enero y su demanda no es más que un intento de retrasar y obstruir nuestra investigación. Los precedentes y la ley están de nuestro lado. El privilegio ejecutivo no es absoluto y el presidente Biden hasta ahora se ha negado a invocar ese privilegio. Además, existe una larga historia de que la Casa Blanca acomoda las solicitudes de investigación del Congreso cuando el interés público supera a otras preocupaciones. Es difícil imaginar un interés público más convincente que tratar de obtener respuestas sobre un ataque a nuestra democracia y un intento de anular los resultados de una elección.
La autoridad del Comité Selecto para buscar estos registros es clara. Lucharemos contra el intento del ex presidente de obstruir nuestra investigación mientras seguimos avanzando con éxito con nuestra investigación en varios otros frentes «.
Taylor Budowich portavoz de la oficina del Expresidente Trump dijo a POLITICO en un comunicado, que “Estados Unidos está siendo atacado por el intento al estilo comunista de Pelosi de silenciar y destruir a los patriotas de America First a través de esta investigación hiperpartidista e ilegítima».
El terreno político de un tema legal suele ser siempre fangoso, arena movediza que hunde al inadvertido en cada movimiento.
Como señala Político: “La lucha legal representa un riesgo para Biden, ya que un fallo judicial que reduzca el alcance del privilegio ejecutivo podría ayudar a los republicanos del Congreso a apuntar a los registros de su administración después de que deje el cargo. Pero cuando se le preguntó recientemente sobre esa perspectiva, la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Jen Psaki:»Puedo asegurarles … que este presidente no tiene la intención de liderar una insurrección en el Capitolio de nuestra nación»
