Vladimir Putin no está loco. No parece que haya enfermado desde el punto de vista médico, al menos. La brutal invasión de Ucrania sugiere, no obstante, que el mandatario ruso es un «adicto» del poder de personalidad narcisista. Un nuevo zar con peligrosos delirios de grandeza al que hay que frenar.
El médico psiquiatra, Rómulo Aponte, abordó el tema en el programa En Conexión, conducido por César Miguel Rondón.
“Hay que hacer una aproximación a la personalidad de estas personas que han estado involucradas a la invasión a Ucrania, que muchos llaman como la Guerra de Putin. El presidente de Ucrania Volodymyr Zelensky viene de ser artista, mientras que Putin viene de ser espía. Ya eso nos orienta a las personalidades. Existen acuerdos internacionales que reconocen a Ucrania como nación independiente. Sin embargo, Putin ha violado esos acuerdos con una ideología en contra de la OTAN y de la Unión Europea. También se ha señalado la supuesta supremacía eslava, que va más allá del territorio ruso”, dijo Aponte.
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El doctor explicó que Putin leva la ideología de la supremacía eslava, en una misión libertadora que según el presidente ruso es “para la paz y la purificación”.
“Putin habla de ideales sagrados y místicos. Cuando un hombre transgrede el principal derecho de los seres humanos, en función de una supuesta purificación y argumentando a la guerra en función de la paz, hay una gran contradicción”, destacó.
El psiquiatra explicó que Putin padece de un trastorno de personalidad.
“Los trastornos de personalidad, son maneras diferentes de pensar y de actuar las personas. Son diferentes a lo que somos el común de las personas en una sociedad determinada. Las personas que se diferencian de esos modos, son las que se señalan con un trastorno de personalidad”, agregó.
Muchos han comparado a Putin con Hitler, y a ambos se les reconoce como un narcisista.
“Hasta un 30% de las personas que andan por la calle pueden sufrir un trastorno de personalidad. Una persona paranoica es alguien desconfiado y temeroso. Teme ser agredido, son rencorosos. Perciben ataques y reaccionan con rabia y con ira y son muy impulsivos. Esto es algo muy peligroso para la humanidad, porque puede activar el famoso botón rojo”, apuntó.
Finalmente, Aponte señaló que hay varios testimonios que hablan de la frialdad y el asilamiento de Putin.
