La redacción de la nueva Constituyente de Chile llega a su fase final tras entregar este lunes el borrador del proyecto y una polémica se enciende en la Cámara de Diputados por un proyecto que apuesta a sustituir la palabra “mujer” por “persona menstruante”.
Guillermo Holzman, analista político y asesor internacional en temas estratégicos, abordó el tema en el programa Día a Día, conducido por César Miguel Rondón.
“En Chile también ha sorprendido el proyecto de ley orientado a proteger, ayudar y darles garantías a lo que ellos denominan persona menstruante. Esta expresión es parte de un lenguaje progresista, que va orientado a hacer una distinción con respecto al mundo transexual, y generarles cierta protección por parte del estado y que tengan acceso a ciertos privilegios por parte de las instituciones sanitarias. Eso es lo que ha quedado en evidencia con un debate que ha trascendido las fronteras chilenas”, dijo Holzman.
El analista afirmó que en Chile hay dos tendencias ante esta expresión de “persona menstruante”.
“Hay muchos que apelan al sentido común y expresan que esa distinción es innecesaria, dado de la condición mesntruante que tiene la mujer, pero hay quienes la defienden porque consideran necesario hacer unas distinciones y protección a la mujer. También hay una tercera posición, y son los que dicen que ese concepto corresponde a un proyecto ideológico, donde se trata de generar cambios en el lenguaje para colocar a la mujer como objeto y no como sujeto”, explicó.
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Ese debate semántico que se puede utilizar políticamente, ocurre en un momento donde la popularidad del presidente Gabriel Boric va en picada.
“Este tipo de proyectos no aporta nada a lo que es el centro del programa de gobierno de Boric, pero acapara la atención dejando de lado otros elementos que si están en el programa de gobierno y no las ha podido llevar a cabo”, acotó.
Finalmente, Holzmann destacó que Boric fue elegido con una amplia mayoría y no tienen ningún problema de legitimidad, pero llegó al gobierno con muchas expectativas y con una conducción de tipo colectivo.
“El presidente trata de ser cercano, pero la toma de decisiones colectivas no va en sintonía con lo que quiere la ciudadanía”, puntualizó.
