Casarse con el heredero del trono no era el futuro previsto para Camila Rosemary Shand, que nació el 17 de julio de 1947. Su familia era de clase alta, rica y con buenas conexiones, pero definitivamente no era de la realeza.
Creció en un entorno muy unido y cariñoso, jugando con su hermano y su hermana en una pintoresca finca familiar en Sussex, en el sureste de Inglaterra. A su padre, Bruce Shand, oficial retirado del ejército, le gustaba leerle cuentos antes de dormir, y su madre, Rosalind, llevaba a los niños al colegio, a las actividades y a la playa. Fue una infancia muy diferente a la de Carlos, que pasó largas temporadas sin sus padres mientras estos viajaban por el mundo.
Una escuela en Suiza preparó a Camila para la vida como debutante en la sociedad londinense. Era popular, y desde mediados de los años 60 mantuvo una relación intermitente con un oficial del ejército británico llamado Andrew Parker Bowles.
A principios de los años setenta fue presentada al joven príncipe Carlos. Según Jonathan Dimbleby, que escribió una biografía del príncipe, «ella era cariñosa, no tenía pretensiones y, con toda la intensidad del primer amor, él perdió su corazón por ella casi de inmediato».
El periodista especializado en realiza, Carlos Otero, abordó el tema en el programa En Conexión, conducido por César Miguel Rondón.
“Camila Parker Bowles, que es su nombre de casada de su primer matrimonio, pero su historia con Carlos es una historia de amor imposible. Efectivamente, comenzó siendo la mala para la opinión pública, pero de alguna manera se ha podido construir un arco dramático, para pasar a ser la protagonista de una historia de amor que, finalmente, llega a buen puerto. Incluso, termina siendo la reina consorte de los británicos”, dijo Otero.
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El periodista señaló que Camila siempre ha sido una mujer de la alta sociedad, aristócrata y del mundo más elevado de la sociedad británica.
“En ese entorno conoció al príncipe Carlos. Lo conoció a principio de los años 70, en un partido de polo, una afición que ambos comparten. Ahí surgió la chispa del amor. No obstante, en un principio tuvo sus altos y bajos. Ella nunca fue vista con buenos ojos, dentro de la familia real porque era católica. En un momento en que Carlos se fue a realizar maniobras militares, ella se casó con su marido y el padre de sus hijos. Después, cuando se reencontró con Carlos comenzaron esa relación adultera, y luego oficial, que ha durado hasta nuestros días. Casi 50 años de amor”, apuntó.
El reportero resaltó que Camila se casó con el general Parker Bowles, estando enamorada de Carlos, y Carlos se casó con Diana, estando enamorado de Camila.
“Camila siempre ha sido la consejera del príncipe Carlos en todos sus movimientos. Ella es una mujer muy ilustrada, y es una cosa que siempre le acercó más a Carlos, porque es un amigo de la lectura y los clásicos, cosa que no compartía con la princesa Diana, a la que él veía de una mujer frívola”, explicó.
Finalmente, Otero destacó que el “blanqueamiento” de la figura de Camila ha sido un proceso muy largo.
“Camila Parker era la enemiga de Diana, y su popularidad siempre estuvo muy baja con la desaparición de la princesa. Fue dos años después, cuando desde el Palacio Real comenzó un proceso para mejorar su imagen. Fue hasta el año 99, cuando Carlos y Camila comenzaron a actuar como pareja oficial. Ella renuncia a ser princesa de Gales por respeto a Diana, y eso cae muy bien en la opinión pública”, puntualizó.
