FA/CMR
Ayer se hablaba en el Senado estadounidense de un posible acuerdo bipartidista sobre inmigración, que cambiaría controles fronterizos más estrictos por un camino hacia la ciudadanía para hasta 2 millones de jóvenes inmigrantes indocumentados antes de que finalicen las sesiones del Congreso este año.El momento luce oportuno.
Recordemos que la administración de Obama creó DACA, Acción diferida para los llegados en la infancia, en 2012 para permitir que los inmigrantes indocumentados que alcanzaron la mayoría de edad en los Estados Unidos solicitaran permisos de trabajo, allanando el camino para que muchos asistieran a la universidad o escuelas de oficios y obtuvieran licencias de conducir.
Como informaba The Washington Post, el marco tentativo, negociado ahora entre los senadores Kyrsten Sinema, Demócrata por Arizona y Thom Tillis, Republicano por Carolina del Norte, presentaría una versión de la Ley DREAM junto con una versión legislativa temporal del Título 42, la orden de emergencia pandémica que permite a los agentes fronterizos expulsar rápidamente a muchos solicitantes de asilo que cruzan la frontera. También habría un aumento de 25 mil millones de dólares en recursos para procesar más rápidamente los casos de inmigración una vez que estén en el sistema, así como un aumento en los salarios de la patrulla fronteriza y para la dotación de personal.
El senador Tillis dijo a los periodistas que los agentes de la patrulla fronteriza “se verán abrumados si no actuamos antes de que finalice el Congreso”.
Mientras tanto, los senadores Michael F. Bennet, demócrata por Colorado y Mike Crapo, Republicano por Idaho están negociando un proyecto de ley más limitado basado en una medida aprobada por la Cámara que proporcionó un camino a la ciudadanía para algunos trabajadores agrícolas indocumentados.
Las actuales conversaciones también podrían incorporar un proyecto de ley bipartidista respaldada por el senador John Cornyn, republicano por Texas, que levantaría los centros de detención a corto plazo para procesar a los inmigrantes más rápidamente. Cornyn ha advertido:“Les he dicho que no creo que haya forma de que podamos aprobar leyes de inmigración sin abordar la crisis en la frontera”.
Tanto DACA como el Título 42 están bajo una amenaza inminente de los tribunales y ninguna de las partes quiere particularmente hacerse cargo de las consecuencias políticas si se cierran.
Los demócratas no quieren parecer débiles en los temas de la frontera. Los republicanos saben que los Dreamers disfrutan de una amplia simpatía entre los votantes. Y además es poco probable que la Cámara republicana entrante pueda encontrar un acuerdo similar el próximo año sin que se rebelen los miembros más conservadores del partido. Así que el momento es ahora.
