Después de que la Asamblea Nacional electa en el año 2015 decidiera poner fin al gobierno interino, encabezado por Juan Guaidó, se dispuso a nombrar una nueva junta directiva, liderada por tres mujeres: Dinorah Figuera (Primero Justicia), Marianela Fernández (Un Nuevo Tiiempo), Auristela Vásquez (Acción Democrática).
Sin embargo, la justicia subordinada al régimen de Nicolás Maduro no tardó en actuar y acusó a estas tres dirigentes opositoras por el delito de “traición a la patria”, “asociación para delinquir”, entre otras cosas.
El detalle, es que las tres diputadas se encuentran fuera del país. No obstante, no deja de ser otro acto de persecución del régimen de Maduro.
El periodista Eugenio Martínez, abordó el tema en el programa En Conexión Radio, conducido por César Miguel Rondón.
“En líneas generales, la justicia del gobierno de Maduro ha actuado de forma criminal contra las designaciones de la Asamblea Nacional del año 2015. Esto no es diferente a lo que sucedió con los magistrados del Tribunal Supremo de Justicia que están en el exilio y de algunos diputados que integran la Asamblea Nacional de 2015. En este caso, la jugada que podemos observar es que el gobierno de Maduro sigue fracturando lo más posible a la oposición venezolana, y además disuade cualquier persona que tome un camino de apoyo a la Asamblea Nacional de 2015 o cualquier candidato presidencial de cara al 2024”, indicó Martínez.
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Para el periodista, la clave es que el gobierno interino fue una idea a corto plazo.
“Al no realizarse elecciones en un tiempo determinado, el interinato se fue alargando y le dio la impresión a la oposición que gobernaba y se olvidó que seguía siendo oposición”, agregó.
Finalmente, se pudiera hablar de que la oposición venezolana sufrió una crisis de identidad y de planificación estratégica con el denominado gobierno interino.
“En el debate no hubo ninguna mención sobre cómo afectaba o beneficiaba a los venezolanos el fin del gobierno interino y la nueva estructura propuesta por Acción Democrática, Primero Justicia y Un Nuevo Tiempo. Todo el debate se centró en una distribución de culpa. El interinato se había convertido en un cascarón vacío de competencias, pero con presupuesto”, puntualizó.
