Rusia sustituye al jefe de las fuerzas militares que combaten en Ucrania. Serguéi Surovikin pasará a ser subjefe de la agrupación conjunta de tropas en la llamada “operación especial” de Rusia. Su puesto lo ocupará el general de 67 años Valery Guerásimov, quien recomendó la retirada de las tropas rusas de Jersón.
Guerásimov, de 67 años, releva al general Serguéi Surovikin, quien fue el que recomendó en noviembre la retirada rusa del norte de la región ucraniana de Jersón, considerado el peor revés sufrido por las tropas rusas en el conflicto.
Jesús Manuel Pérez Triana, analista de seguridad y defensa, abordó el tema en el programa En Conexión Radio, conducido por César Miguel Rondón.
“Surovikin es un general que estuvo a cargo de la operación militar rusa en fechas recientes. Fue colocado en ese puesto porque tenía un bagaje y había tenido un papel brillante en la guerra de Siria. Es considerado un líder y entiende la guerra moderna, ese prestigio hizo que lo colocaran al frente de la operación militar. Hay que decir, que los rusos se lanzaron a la guerra sin un jefe militar que coordinara la operación. Ahora, se retira del mando y todo depende del general Guerásimov. Putin no está contento y ahora algo grande puede pasar que la responsabilidad recaiga sobre el jefe de las Fuerzas Armadas”, dijo Pérez Triana.
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El analista señaló que en la práctica, Surovikin no hizo el trabajo encomendado.
“Cuando un club de fútbol está en crisis, el presidente pone y quita entrenadores, esta es la misma sensación. Es cuestión de poner todos los generales a los que se le ha encomendado la operación militar en una lista, sin contar los que han caído en combate. La cuestión es lo que se está moviendo en el liderazgo ruso. No sabemos muy bien lo que pasa en los pasillos del Kremlin, pero Putin no está nada contento con la situación”, agregó.
Finalmente, Pérez Triana destacó que la guerra se encuentra en un momento de estancamiento.
“Ha llegado el invierno y la actividad en el aire libre es muy complicada. Más allá de la ropa térmica, el movimiento de ruedas es complicado. La actividad humana se ralentiza porque es imposible tener tropas en el terreno. Hay varias heladas fuertes de 20 grados bajo cero y los soldados están en su refugio. Más allá de eso, los rusos han concentrado sus esfuerzos en romper el frente ucraniano en dos localidades. Por su parte, los ucranianos están esperando el material nuevo de Occidente. Ellos calculan que con ese nuevo armamento y los entrenamientos que están recibiendo, podrían romper las líneas rusas y recuperar el corredor de Crimea”, puntualizó.
