El descubrimiento el jueves 02 de febrero del “globo espía” en el espacio aéreo estadounidense ha desencadenado una crisis diplomática entre Washington y Pekín. China aseguró que se trataba de “un dirigible civil utilizado con fines de investigación, principalmente meteorológicos”.
Eduardo Gamarra, profesor del Departamento de Política y Relaciones Internacionales en la Universidad Internacional de Florida, abordó el tema en el programa En Conexión, conducido por César Miguel Rondón.
“El famoso globo es algo que hemos visto durante varios años, esto no es nuevo. Es algo que es parte de un aparato de investigación, no solo de inteligencia que lo usa a nivel global, esta tecnología no es tan avanzada, pero es una ofensa política a esta administración y eso hizo que la decisión haya sido de derribarlo. Esto ubica las relaciones entre Estados Unidos y China y en un contexto difícil y geopolíticamente complicado. A futuro las relaciones van a tener que pasar por esta conversación, sobre qué tipo de espionaje están permitidos. Todos sabemos que hay satélites que fotografían todo, pero este tipo de espionaje es diferente.”, dijo Gamarra.
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Para el analista esto demuestra cierta infidencia de los Estados Unidos y de la administración Biden, que dejó que el globo chino cruzara todo el país.
“Salió la información que durante la presidencia de Trump habían pasado tres globos y no había salido a la luz. No obstante, no deja de ser un ataque político en el contexto actual. Como el presidente Biden ha tenido algunos traspiés en materia de política internacional, y el hecho de que haya una Cámara liderada por los republicanos, investigarán cualquier traspié de la investigación”, acotó.
No obstante, el profesor señaló que este incidente se manejó de la mejor manera.
“Todos están de acuerdo, incluso los republicanos, que esta administración obró bien, y que no fue un traspiés”, apuntó.
En cuanto a la visita del líder de la Cámara de Representantes, Kevin McCarthy, a Taiwán, el especialista señaló que cuando Pelosi visitó la isla, se sintió que la presidencia estaba involucrada.
“Ahora, los chinos entienden que hay un partido diferente en control de la Cámara Baja, y que está haciendo todo lo posible por minar al presidente Biden. Puede ser que no estén tan ofendido como antes”, añadió.
Finalmente, Gamarra destacó que una vez que pase la crítica más extrema, para que ambos países reanuden las conversaciones.
