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La inmigración ha sido un tema candente en los Estados Unidos durante los últimos años, y la última encuesta de Gallup indica que la satisfacción de los estadounidenses con el nivel actual de inmigración ha disminuido seis puntos porcentuales durante el último año, pasando del 34% en enero de 2022 al 28% en la actualidad.
Esta es la lectura más baja en una década y refleja la situación en la frontera sur, donde el gobierno de los EE. UU. informó un aumento anual de cuatro veces en el número de migrantes que intentan ingresar al país.
La otra cara de la moneda es que el 63% de los estadounidenses está insatisfecho con el nivel actual de inmigración, con la mayoría de este grupo (64%) diciendo que quieren que se reduzca. Este deseo de menos inmigración ha aumentado considerablemente en los últimos dos años, pasando del 19% en el 2021 al 40% en la actualidad.
El deseo de frenar la inmigración ha aumentado en todos los grupos partidistas, pero sigue siendo mucho más común entre los republicanos que entre los independientes o los demócratas. El porcentaje de republicanos insatisfechos con los niveles de inmigración por ser demasiado altos saltó del 40 % en 2021 al 69 % en 2022 y sigue siendo el mismo en la actualidad, en el 71 %.
El porcentaje de demócratas insatisfechos y que deseaban menos inmigración era casi inexistente en 2021, del 2 %, antes de aumentar al 11 % el año pasado y al 19 % ahora.
Como vemos los demócratas y los independientes también han mostrado un aumento en el número de personas insatisfechas con los niveles actuales de inmigración.
Es importante considerar que la inmigración es un tema complejo que afecta a muchos aspectos de la sociedad y la economía de los Estados Unidos. Por un lado, los inmigrantes han sido esenciales para la economía estadounidense, ya que han contribuido con su trabajo y han ayudado a impulsar la innovación. Por otro lado, la inmigración sin control puede generar desafíos en términos de seguridad nacional, control de fronteras, integración de los inmigrantes y recursos económicos.
Es necesario que se adopten políticas sensatas y equilibradas que aborden tanto la necesidad de la economía de los Estados Unidos de atraer inmigrantes talentosos y trabajadores, como la preocupación del público sobre la seguridad y el control de fronteras. La política de inmigración de los Estados Unidos debe ser coherente y bien pensada, de modo que pueda abordar de manera efectiva los desafíos actuales y futuros.
