El comisionado de la Secretaría General de la OEA para la crisis de migrantes y refugiados venezolanos, David Smolansky, calificó este miércoles como un «horror» la situación que enfrenta hoy el país con miles de ciudadanos huyendo; y advirtió que debería «quedar como un ejemplo» para que no se repita, ni internamente, ni en otros territorios de la región.
En una entrevista para el programa En Conexión, conducido por César Miguel Rondón, Smolansky reveló algunos de los testimonios de refugiados que ha tenido oportunidad de escuchar.
El primero que recordó el comisionado, fue el que «una muchacha en la frontera de Colombia», quien le confesó recientemente que tenía miedo a morir «por hambre o por coronavirus».
Asimismo, Smolansky comentó el caso de Victoria del Mar, una bebé de dos años que sobrevivió pese al drama que tuvo que experimentar su madre antes de concebirla.
La mujer, precisó, salió de las costas del estado Falcón, en Venezuela, a bordo de un peñero que más tarde naufragaría dejando un saldo de 18 personas ahogadas.
«Ella embaraza nadó para poder llegar a Curazao y luego caminó tres horas más hasta llegar a un albergue», sostuvo Smolansky.
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A propósito de la Conferencia Internacional de Donantes celebrada este martes en favor de los refugiados venezolanos, el comisionado explicó que en el corto plazo solo se hará efectiva una cantidad de $ 650 millones. Aunque, la reunión logró recaudar cerca de $ 3.000 millones.
Según señaló, es clave que ese dinero «se traduzca en acciones concreta»; como por ejemplo el establecimiento de una «identificación regional» para garantizar una migración ordenada. Esto, debido a que al menos 2.5 millones de los venezolanos que están saliendo del país, «no tienen pasaporte o lo tienen próximo a vencer».
Frente a la pandemia, dijo, el flujo migratorio está casi detenido en su totalidad. Sin embargo, voluntariamente han regresado a la nación alrededor de 40 mil venezolanos.
Con respecto a las declaraciones recientes del Gobierno de Nicolás Maduro que tilda a los retornados como «armas biológicas» o amenaza con marcar sus casas, Smolansky consideró que representan un grave peligro.
«Estas son el tipo de declaraciones que inician o aceleran genocidios y lo digo con toda responsabilidad», sentenció.
El comisionado afirmó que muchos de los refugiados venezolanos le habrían confesado que se sienten «utilizados políticamente».
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