Hace unos días, el presidente de la Asamblea Nacional Constituyente y segundo del chavismo, Diosdado Cabello, emitió unas declaraciones que desataron la polémica en Venezuela, al sugerir el uso de alimentos como mecanismo de control político.
Durante un acto de campaña, Cabello advirtió que «quien no vote, no come»; en referencia a las próximas elecciones parlamentarias del 6 de diciembre.
Esta no es una estrategia nueva para el oficialismo. Es común que los programas de asistencia social estén vinculados con instrumentos de tendencia partidista, como el carnet de la patria.
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Asimismo, la implementación de planes como los Comité Locales de Abastecimiento y Producción -CLAP- ha profundizado la dependencia de la población con estos programas sociales.
Ataques a ONG solidaria
Ante los vacíos que dejan estos programas del Estado, apareció en Venezuela la ONG Alimenta la Solidaridad para ayudar a paliar la crisis alimentaria a cientos de familias.
Esta ONG se encarga de alimentar a más de 25.000 niños; pero recientemente la administración de Maduro ordenó congelar sus cuentas. Además, allanó la residencia de familiares del fundador de Alimenta la Solidaridad, Roberto Patiño.
El comisionado de Venezuela ante la ONU, Miguel Pizarro, resaltó que el último informe de la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) de la ONU, denunció las condiciones a las que se enfrentan estas organizaciones no gubernamentales.
En el GHO 2021, OCHA denuncia que “las ONG, continúan enfrentando desafíos de acceso como la politización de la ayuda humanitaria, escasez de combustible, restricciones de viaje y restricciones administrativas en la entrada de organizaciones, personal y suministros”.
— Miguel Pizarro (@Miguel_Pizarro) December 1, 2020
Asimismo, el periodista y activista de derechos humanos, Luis Carlos Díaz, señaló que Venezuela necesita el apoyo de las Naciones Unidas. Más ahora que se usa los alimentos «como arma de control político».
Venezuela necesita el Programa Mundial de Alimentos de la ONU @WFP_es.
Mucho más ahora que ha quedado claro que:
– Se persigue a las organizaciones que cumplen el rol humanitario de brindar alimentación.
– Se usa el hambre como arma política de control sobre la población.— LCD (@LuisCarlos) November 30, 2020
La OCHA estimó que al menos siete millones de venezolanos necesitarán ayuda humanitaria para el año 2021. 4.5 millones se encuentran en Venezuela; y otros 3,3 millones corresponden a los migrantes y refugiados venezolanos que están en otros países de la región.
