La ley trans inicia su tramitación en España, por muy poco, en plena semana del Orgullo Gay. Tras casi medio año de arduas negociaciones entre los socios del Gobierno, el Anteproyecto de ley para la igualdad real y efectiva de las personas trans y para la garantía de los derechos de las personas LGTBI inicia su recorrido legislativo con su aprobación en el Consejo de Ministros.
El texto incluye la libre autodeterminación de género, es decir, que una persona pueda cambiar el nombre y el sexo en el DNI solo con su voluntad. Con este cambio, España se convertiría en el decimosexto país del mundo que permite la autodeterminación de género, después de Dinamarca, Portugal, Noruega, Malta, Argentina, entre otros.
Mar Cambrollé, presidenta de la Federación Plataforma Trans y activista LGTBI, abordó el tema en el programa Día a Día, conducido por César Miguel Rondón.
“Nosotros trabajamos desde 2015 con un contacto y un diálogo permanente con todas las fuerzas políticas. La idea era convencerles de la necesidad de garantizar la igualdad plena de las personas trans, en cuanto a derechos y servicios. Las constituciones en los estados hablan de igualdad política y religiosa, pero no ocurre en la práctica. Siempre hay grupos que al final la Constitución no los protege, por eso era necesario esta ley”, dijo Cambrollé.
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Para la presidenta de la Plataforma Trans, en España hay un consenso entre la mayoría de los partidos políticos, pero la piedra de tranca la ha puesto el Psoe.
“Es incomprensible, porque el Psoe ha tenido una historia a favor de los avances civiles en el estado español. Ellos aprobaron la ley de divorcios, aborto y el matrimonio igualitario. Ahora, cuando ha llegado el momento para aprobar la ley de igualdad para las personas transexuales nos hemos atascado. Los voceros principales de este partido tienen un discurso en contra de los derechos de los transexuales propio de la ultra derecha. Hemos tenido que organizar una huelga de hambre”, destacó.
Cambrollé explicó que lo más importante de la ley es que “las personas transexuales dejen de ser sujeto a una segunda categoría o que tengamos un trato subhumano. Es necesario la herramienta jurídica para volver a ser ciudadanos de primera y que nos devuelvan la dignidad”, puntualizó.
