El plan de infraestructura y el plan de gasto social, las dos mayores iniciativas de la Casa Blanca, no avanzan en el Congreso porque las objeciones que hacen dos senadores del Partido Demócrata impiden un voto en la Cámara de Representantes.
José De Bastos, periodista y politólogo, abordó el tema en el programa En Conexión, conducido por César Miguel Rondón.
“Hay que ver al Partido Demócrata como una gran coalición. En Estados Unidos solo hay dos partidos y es un país muy grande donde hay más de dos visiones de la política. Tanto en el Partido Republicano como en el Demócrata, convergen personas con ideologías distintas, que provienen de lugares distintos y cuyas elecciones para el Congreso han sido diferentes. Uno de los casos más emblemáticos es el del senador Joe Manchin que viene de un estado republicano y conservador, que tiene una visión totalmente distinta como Alexandra Ocasio Cortez. En este sentido, lo que sucede es que hay el rango ideológico que es amplio”, dijo De Bastos.
La clave del asunto es cómo hace el presidente Biden para conciliar todas las diferencias dentro del partido y poder tener apoyo absoluto en la aprobación de los paquetes de infraestructura y gasto social.
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“Es probable de que se llegue a un acuerdo. Ambos bandos están midiendo sus fuerzas. Se habla mucho de que en los últimos 20 años el sector izquierdista del Partido Demócrata ha sido minoritario y tenía que aceptar a los más moderados, pero ahora las cosas han ido cambiando. El sector izquierdista se mantuvo firme y afirmó que si no se aprueba el gran paquete de gasto social, tampoco aceptarán el de infraestructura. Sin embargo, todo indica que esta semana podrían llegar a un acuerdo que no sea 3.5 billones de dólares. Seguramente bajará un poco la cifra. Ya se habla de una cifra de 1.9 y 2.2 billones de dólares”, explicó el analista.
El pulso dentro del Partido Demócrata ha llegado a tal punto, que podría afectar a la presidencia de Biden y al partido en las elecciones de medio término.
“Si terminan tumbando el proyecto si sería un autogol del Partido Demócrata. Si al final se aprueba este mes, se irá olvidando el debate. Habrá que ver de aquí al año que viene si los proyectos están funcionando, hay efectos en la economía y se crean nuevos empleos. De momento, este debate lo sigue más que todo los analistas políticos. Lo que fue un error fue ponerse fechas límites, lo que generó mucha atención”, puntualizó el experto.
