Daniel Ortega se juramentó por un cuarto mandato en Nicaragua, luego de imponerse en unas elecciones fraudulentas y desconocidas por la comunidad internacional. Junto a su esposa y vicepresidenta, Rosario Murillo, la dupla dictatorial se afianzó en el poder del país centroamericano.
La reacción de la comunidad internacional no se hizo esperar. Estados Unidos y la Unión Europea aplicaron sanciones conjuntas contra el régimen de Ortega y Murillo.
La Unión Europea amplió las sanciones que ya habían impuestos a siete funcionarios del régimen, entre ellos los hijos de la dupla presidencial, Camila y Laureano Ortega Murillo. Por su parte, Estados Unidos canceló la visa de 116 personas que colaboran con el régimen.
Maynor Salazar, periodista nicaragüense, abordó el tema en el programa En Conexión, conducido por César Miguel Rondón.
“Lo que se pudo notar en las calles de la capital fue un silencio particular. Justo cuando se le estaba colocando la banda presidencial a Ortega, estallaban fuegos artificiales en el cielo, pero en las calles había silencio absoluto. No se sentía que estaba celebrando una victoria abrumadora. Hubo un rechazo que no se pudo manifestar por el riesgo de represalias. Esto es un rechazo más del pueblo nicaragüense al gobierno de Ortega y Murillo”, dijo Salazar.
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El régimen de Ortega demostró su carácter represivo en el año 2018, cuando reprimió manifestaciones de ciudadanos, y el año pasado apresó a todo líder de la oposición que pudiera competir en las elecciones.
“Al pueblo de Nicaragua le espera un panorama incierto. Ortega está caminando hacia un aislamiento internacional. Tenemos el impacto de las sanciones, no solo a las figuras de su dictadura sino a las mismas instituciones. Es probable que disminuyan los ingresos y desembolsos de organismos públicos. No obstante, hay que tomar en cuenta el acercamiento de Nicaragua hacia China”, agregó.
El periodista considera importante tomar nota de las declaraciones de Ortega.
“Dijo que hasta 2018 había tenido una ruta sin problemas, dando entender que el principal obstáculo de su gobierno fue la rebelión de abril de 2018. También destacó que partir de ahora habrá un borrón y cuenta nueva. Hay muchas hipótesis de lo que pueda ocurrir de ahora en adelante”, explicó.
Para Salazar lo más destacado de lo que ocurrió este lunes, es que Daniel Ortega no piensa dejar el poder por ninguna vía, a pesar de las sanciones y la presión de la comunidad internacional.
“Las nuevas sanciones de los Estados Unidos y la Unión Europea es un mensaje claro. Si bien el Ejército de Nicaragua no ha sido sancionado directamente, si están sancionados el jefe del Ejército y otro alto general”, expuso.
Finalmente, Salazar resaltó que las sanciones podrían generar una cierta inconformidad entre los afectados.
