El COVID-19 ha regresado a China. En los últimos días se han registrados compras nerviosas, tests masivos ante repunte de casos, y miedo a un nuevo confinamiento.
Isidere Ambrós, periodista y ex-corresponsal de La Vanguardia en Asia, abordó el tema en el programa Día a Día, conducido por César Miguel Rondón.
“Se ha cerrado Shanghai y otras ciudades más pequeñas. Lo que pasa es que parece ser que las vacunas chinas no son tan eficaces para esta nueva variante del COVID-19. Este brote está afectando mayormente a las personas de más edad, que era el sector de la población que estaba menos vacunada. Eso está provocando que afloren más casos de la nueva variante lo que preocupa a las autoridades”, dijo Ambrós.
Ver más: ¡Desesperados!: Ciudadanos de Shanghai claman por el levantamiento del bloqueo de la ciudad, que se impuso por un gran brote de la variante Ómicron
El periodista comentó que el problema de haber cerrado Shanghai no solo afecta a los 26 millones de ciudadanos que habitan la ciudad, sino que afecta a la economía de todo el país y de todo el planeta.
“El puerto de Shangahi es el principal puerto de todo el mundo. En estos momentos los barcos se tardan mucho en cargar los contenedores y esto afecta muchísimo a la economía global”, explicó.
La situación de Shanghai ha hecho que las autoridades tomen sus previsiones en Pekín.
“Con Shanghai tomaron la decisión de cerrar cuando ya había miles de afectados, con Pekín están actuando de otra manera y han comenzado a hacer pruebas rápidas de forma masiva”, apuntó.
Finalmente, Ambrós destacó que si China se ve obligada a cerrar Pekín, sería terrible para su imagen.