Casi dos de cada tres estadounidenses est谩n a favor de limitar el mandato o la edad de jubilaci贸n obligatoria para los jueces de la Corte Suprema, de acuerdo con una nueva encuesta que revela un marcado aumento en el porcentaje de personas que opinan que 鈥渁penas鈥 tienen confianza en la corte.
La encuesta de The Associated Press-NORC Center for Public Affairs Research muestra que el 67% de los estadounidenses apoya una propuesta para establecer un n煤mero espec铆fico de a帽os en que los jueces permanecen en el cargo en lugar de periodos vitalicios, incluyendo el 82% de los dem贸cratas y el 57% de los republicanos. Las opiniones son similares con respecto a un requisito de que los jueces se retiren a una edad determinada.
Pablo Pardo, corresponsal de El Mundo en Washington, abord贸 el tema en el programa En Conexi贸n, conducido por C茅sar Miguel Rond贸n.
鈥淓sto no solo afecta a la Corte Suprema, que es m谩s bien un ejemplo de la p茅rdida del respaldo popular que han sufrido todas las instituciones en Estados Unidos. Esto se puede aplicar a la presidencia, el Congreso, y se puede aplicar a las Fuerzas Armadas y a los medios de comunicaci贸n, incluso a las iglesias. Esto forma parte de un proceso generalizado de p茅rdida de confianza de los estadounidenses en sus instituciones. Esto est谩 afectando a lo que podr铆a considerare como la instituci贸n m谩s sagrada鈥, dijo Pardo.
La diferencia est谩, en que el Congreso y la Casa Blanca, tratan de seguirle el pulso al pa铆s y de actuar a medida que demanda la sociedad estadounidense, a pesar de que no siempre lo logran. No obstante, en el caso de la Corte Suprema, es todo lo contrario. Esa instituci贸n le ha dado la espalda a lo que demanda mayoritariamente el pa铆s. As铆 sucedi贸 con el aborto, el porte de armas, entre otras cosas.
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鈥淓ste es un problema de dif铆cil soluci贸n. Por un lado, se supone que la Corte Suprema est谩 aislada de las pasiones de la gente. Est谩 conformada por jueces vitalicios y est谩n aislados del mundo. La cuesti贸n es que en el momento actual, estos jueces tienen un poder extraordinario, en un pa铆s que est谩 totalmente dividido en t茅rminos de opini贸n p煤blica y que adem谩s tiene una serie de barreras institucionales que hacen que cualquier reforma necesite un apoyo enorme en el Senado y la Corte Suprema se termina convirtiendo en la herramienta para hacer pol铆tica鈥, explic贸.
El reporteo se帽al贸 que esta situaci贸n no es nueva, ya que la Corte Suprema es la que decide que personas de distintas razas o del mismo sexo se pueden casar.
鈥淓sto es parte del sistema institucional de Estados Unidos, que hace que llegar a un acuerdo en el legislativo sea tan dif铆cil, que al final hacen que solo nueve personas sean los que decidan las pol铆ticas. Ahora mismo existe una politizaci贸n e ideologizaci贸n de los jueces del Supremo. Los candidatos a ser jueces son promocionados por organizaciones pol铆ticas. Por eso es un problema de dif铆cil soluci贸n鈥, a帽adi贸.
Para Pardo es dif铆cil saber c贸mo se va desarrollando el juego de poderes.
鈥淭radicionalmente, lo que se llama el magistrado jefe tiene un poder considerable sobre los otros ocho. Es una autoridad y en muchos casos suaviza las decisiones en un sentido u otro. En el caso de la decisi贸n sobre el aborto, este magistrado no tuvo esa influencia鈥, enfatiz贸.
Finalmente, Pardo destac贸 que por primera vez en la historia de la corte, hay una filtraci贸n de un borrador de una sentencia.
鈥淓sto casi termina con el debate. Es una manera de torpedear los esfuerzos del magistrado jefe鈥, puntualiz贸.
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