La Asamblea General de la ONU aprobó el miércoles por amplia mayoría una resolución en la que pide a los países que no reconozcan las cuatro regiones de Ucrania que Rusia ha reclamado, tras los llamados referendos celebrados a finales del mes pasado, y exige a Moscú que dé marcha atrás en su anexión ilegal.
El resultado fue de 143 Estados miembros a favor, cinco en contra y 35 abstenciones.
La resolución, que «defiende los principios» de la Carta de la ONU, señala que las regiones de Donetsk, Kherson, Luhansk y Zaporizhzhia están temporalmente ocupadas por Rusia como resultado de una agresión, violando la integridad territorial, la soberanía y la independencia política de Ucrania.
El profesor Juan Manuel Aragués abordó el tema en el programa Día a Día, conducido por César Miguel Rondón.
“Naciones Unidas manifestó lo que históricamente hemos visto, y es que es una entidad sin capacidad ejecutiva, bloqueada por su sistema de votación, y cuyas decisiones no tienen efectividad. Podemos recordar las decisiones que se han tomado en cuanto al conflicto de Israel y Palestina, y como no han tenido efecto. Lo que ha dejado es que la ONU condena la actuación de Rusia de forma contundente”, dijo Aragués.
Para el experto, lo que sucedió este miércoles en las Naciones Unidas no deja de ser un simple gesto que Putin ya esperaba y que no le inquieta en lo más mínimo.
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“Las decisiones de Naciones Unidas quedan amortizadas luego que son votadas”, agregó.
No obstante, si algo quedó evidenciado este miércoles, es que Putin está solo en el mundo. Solo cinco países rechazaron la medida, entre ellos está el mismo voto de Rusia, el de Bielorrusia, Corea del Norte, Siria y Nicaragua.
“El asilamiento de Rusia es inmenso, pero eso no hará mella en la decisión de Putin. La clave está en el ámbito interno. Ojalá en Rusia se produjera un movimiento que pudiera desestabilizar las decisiones de Putin. Ojalá se pudiera generar una oposición democrática que hiciera frente a Putin”, explicó.
El catedrático también señaló que la tradición democrática de Rusia es muy poca.
“Rusia pasó del zarismo al estalinismo y ahora a esto que encontramos en la actualidad”, añadió.
Finalmente, ante la reunión de la OTAN sobre una eventual respuesta nuclear a Rusia, Aragués destacó que se erizan los cabellos al escuchar ese lenguaje.
“La respuesta nuclear afectará a las generaciones venideras. Podríamos hablar de la destrucción del planeta. Aunque las vías negociadoras son difíciles, sabemos que en la sombra se pueden empujar a soluciones. Putin pudiera ser frenado por un movimiento interno, pero su poder es tal que elimina todo intento de la sociedad rusa de articularse. Quizás el hecho de la movilización de militares puede generar un nivel de malestar de la sociedad que puede generar una respuesta al poder de Putin”, puntualizó.
