El presidente de Ucrania, Volodimir Zelensky ha aprovechado la reunión de urgencia del G7 para llamar la atención sobre Bielorrusia, que ya sirve como plataforma de ataques para los intereses de Rusia y representa ahora «una amenaza mayor».
Este miércoles, el Grupo de Contacto de Defensa de Ucrania liderado por Estados Unidos se reunió en la OTAN. El ministro de Defensa de Ucrania, Oleksii Reznikov, informó a los ministros aliados sobre los últimos desarrollos sobre el terreno y las necesidades urgentes de Ucrania para el invierno.
El analista de política internacional, Ariel Segal, abordó el tema en el programa En Conexión, conducido por César Miguel Rondón.
“Estamos en un punto, donde si bien pareciera que los vientos soplan a favor de la resistencia ucraniana, por el momento también hay un sentido de humillación por parte de Putin y su entorno, y eso es peligroso. La reacción que estamos viendo es parte de eso. Es un bombardeo indiscriminado contra una población civil, en ciudades grandes ucranianas que no están en territorios de guerra. Esto demuestra que Putin no ha logrado todavía elaborar una estrategia militar para poder recuperar los territorios que perdieron. Por ahora, la respuesta rusa es contra la desesperación y humillación que está sufriendo el régimen de Putin. Por ello quieren masacrar a través de bombardeos, porque hasta el momento en lo único que todavía los rusos son superiores, es que pueden usar aviones. La OTAN no termina de ayudar a Zelensky en la parte aérea”, dijo Segal.
Una de las peticiones de Zelensky en la cumbre del G-7, fue una especie de escudo aéreo para las principales ciudades del país. La respuesta la ha dado de primero Alemania, al brindar un nuevo tipo de protección antiaérea.
“Lo que tiene Europa no es tan sofisticado como el escudo antimisiles de Israel. Segundo, no es lo mismo bombardear misiles que aviones piloteados. Tercero, el tema tecnológico hay que verlo con cuidado, porque habría qué ver qué tipo de armamento antimisiles es”, agregó.
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Putin ha puesto al frente de la guerra, al general Serguei Surovikin, quien es apodado como el “Carnicero de Alepo”.
“Es justamente el que utilizó la táctica militar en Siria, que consistió en algo muy simple. Se bombardean ciudades indiscriminadamente, destrozan las ciudades, no hay tregua, y luego se envían aliados milicianos a tomar la ciudad por tierra. Allí es donde entra el apoyo del presidente de Bielorrusia”, explicó.
Finalmente, Segal destacó que Zelensky cuenta con el apoyo político mundial, solo con algunas excepciones.
“Cuenta con la ayuda de la OTAN. Para realizar su contraofensiva se necesita mucha tecnología, y eso implica que debe haber miembros de la OTAN dentro de Ucrania. Ese es el mayor apoyo de Zelensky. Además, cuenta con su propio pueblo que está en una lucha de supervivencia. Esa motivación es la que no tienen los soldados rusos”, puntualizó.
