El Presidente Donald Trump y prominentes figuras republicanas se han negado a reconocer el triunfo de Joe Biden en las pasadas elecciones del 3 de noviembre, tentando a la democracia. El líder del Senado, Mitch McConnell, expresó que apoya a Trump en sus denuncias de presunto fraude.
Igualmente, el Secretario de Estado, Mike Pompeo, dijo que habría “una transición pacífica se cara al segundo mandato del presidente Trump.
Estas declaraciones incrementan la tensión y la incertidumbre de lo que pueda suceder en los próximos meses en los Estados Unidos.
Luis Fleischman, Cofundador del Palm Beach Center for Democracy and Policy Research, analizó el tema en el programa En Conexión, conducido por César Miguel Rondón.
“Estamos viviendo un momento muy dramático. La insistencia de Trump en declarar el proceso electoral como algo ilegítimo o irregular es un ataque a la democracia y es un intento de perpetuarse en el poder, pese al hecho de que trabajadores del sistema electoral declararon que no hubo ningún fraude. Los seguidores del presidente como el Fiscal William Barr y el líder del Senado Mitch McConnel, apoyan al presidente en sus acusaciones de fraude. En el corto plazo estamos viendo una actitud autoritaria y neoliberal, típica de los populistas que son elegidos y quieren ser reelectos para siempre. A largo plazo hay menos preocupación, porque si se hace el recuento de los votos, la victoria será de Biden. No se necesita una concesión de Trump para que haya una transición. Si se niega a abandonar la Casa Blanca, simplemente se le ordena a las autoridades que lo desalojen. Eso no sería un golpe de Estado y no generaría una Guerra Civil, pero sí protestas y más división entre la sociedad estadounidense”, explicó Fleischman.
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Que un escenario como este se genere en la primera democracia del mundo, con las instituciones más sólidas, llama a la reflexión. Trump obtuvo más de 70 millones de votos, lo que es una cantidad de ciudadanos muy representativa que podría desestabilizar la gobernabilidad del país.
“Trump va a lanzar suficiente gente a la calle que esté a su favor. En las redes ya están corriendo teorías conspiratorias que hablan que sí hubo fraude en las elecciones, pero son mentiras. Hay gente que está circulando noticias falsas con respecto a la corrupción dentro del sistema electoral. Esto no es casual, todo esto está estructurado desde arriba y me hace recordar a tácticas chavistas”, agregó el analista.
Estamos en presencia ante tiempos de teorías de conspiración, acusaciones de fraude electoral, división social, protestas y tensión política en los Estados Unidos.
“Estamos viviendo una locura. El discurso y la retórica son muy peligrosos. Son tiempos sin precedentes y pienso que Trump es simplemente la cima del conflicto porque este ambiente había comenzado mucho antes. Esta retórica comenzó con lo que se denominó el Tea Party. Pompeo, que fue elegido originalmente por el Tea Party, habló y sus declaraciones fueron peligrosas. Pompeo afirmó que se iba a producir una transición al segundo mandato de Trump”, puntualizó el cofundador del Palm Beach Center for Democracy and Policy Research.
Aunque la mayoría de los países democráticos han reconocido el triunfo de Biden, Pompeo afirmó que habrá una “transición pacífica cuando Trump culmine su segundo mandato”.
“Lo que le están diciendo al mundo es que las elecciones no han terminado. En el caso de Pompeo también dice que el resultado tiene que ser una victoria de Trump. Estamos pasando por el mismo proceso de Irak en 2012. Estados Unidos está siendo el hazmerreir de Europa. Estados Unidos va a retomar el liderazgo en el momento que Trump acepte su derrota y se vaya. Sin embargo, esto ha dejado huella. Estados Unidos ha perdido poder mundial por este evento”, finalizó el analista.
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