La situación de Pedro Castillo no mejora, sino al contrario, empeora cada vez más. Ahora, su familia política, su esposa y su cuñada, están acusadas de corrupción. Se trata de Lilia y Jennifer Paredes.
La analista política, Diana Seminario, abordó el tema en el programa En Conexión, conducido por César Miguel Rondón.
“Lilia Paredes es la esposa de Pedro Castillo, quien también es maestra, y Jennifer Paredes es la hermana menor, solo tiene 23 años. El tema es que tanto Lilia como Pedro Castillo, tratan a Jennifer como una hija, porque cuando se queda huérfana, es Lilia y Pedro Castillo, quienes la crían. Ella vive en la casa familiar de los Castillo y Paredes. Esa es la relación que tienen”, dijo Seminario.
La analista también manifestó que Jennifer es considerada como la lobista y testaferro de una organización que tenía a Lilia Paredes como la coordinadora.
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“La organización se adjudicaban licitaciones para obras de infraestructura en una empresa de fachada. Esto es el tema que las involucra. Jennifer era la lobista y Lilia la coordinadora de esta trama de corrupción. Ella además ya tuvo una presentación ante el Congreso de la República, y fue una presentación bastante muy desafiante por parte de ella. Incluso se ha dicho, que mientras estaba en una prisión preliminar, ella habría estado intimidando a los policías que la resguardaban. Todo eso se ha sabido en las últimas horas”, agregó.
La experta señaló que el juez ha determinado que en el caso de Jennifer Paredes hay un inminente peligro de fuga.
“El principal colaborador de Castillo, un ministro de Transporte, se ha fugado y el 9 de agosto cuando la policía y la Fiscalía van por ella al Palacio de Gobierno, han borrado las cámaras y ella no estaba en ese momento. Eso es una prueba que habría un inminente peligro de fuga, por eso le dan esos meses de prisión”, acotó.
Finalmente, Seminario destacó que se trata de una trama familiar de corrupción y es indignante.
“A los 11 días de haber asumido el poder, Lilia Paredes comenzó a operar, también veíamos como sus colaboradores se repartían el botín y los ministerios. Esto comenzó desde antes y hay documentación de que Lilia Paredes comienza sus fechorías a los 11 días que su esposo tomó el poder”, puntualizó.
